Un prelado y el capellán de la AFA destacaron la fe del equipo liderado por Lionel Messi que se consagró campeón del mundo en Qatar.
Valores de selección. Compañerismo, esfuerzo y trabajo, un sello del equipo argentino campeón del mundo.
Al final, en el ocaso de su carrera deportiva pero no así de su plenitud como futbolista, Lionel Messi pudo levantar el trofeo que más anhelaba: la Copa del Mundo.
Junto con el director técnico de la selección Argentina Lionel Scaloni condujeron el equipo al éxito en Qatar, y no solo le dieron alegría a país con un 50 por ciento de pobres sino que sobresalieron por sus “valores”, como indicó el arzobispo de La Plata (Argentina) monseñor Víctor Manuel Fernández.
El prelado, en diálogo con la agencia italiana SIR, destacó que en esta oportunidad los jugadores dejaron de lado sus intereses y proyectos personales, “y dieron todo pensando en el equipo y en darnos una alegría”. “Además, se advertía con facilidad una fuerte unidad, una corriente de verdadera simpatía entre los jugadores argentinos; estos son valores que tienen que ver con el triunfo y que dejan mensajes para otras áreas de la vida social”, sostuvo el arzobispo.
ÁNGEL RELIGOSO
El presbítero Juan José Medina, capellán de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), subrayó la religiosidad de algunos de los jugadores e hizo hincapié en la figura de Lionel Scaloni, con quien dijo tener un vínculo cercano.
"Es realmente una alegría muy grande, una emoción enorme lo que sucedió", manifestó el sacerdote e indicó que a muchos de los jugadores de la selección, empezando por Messi, los conoce desde el Mundial Sub20 de Holanda en 2004. “En ese momento era un chico muy serio y educado, seguro que nadie en pensó que él tendría una carrera así", indicó sobre el jugador del París Saint-Germain.
Asimismo, señaló que tiene un gran vínculo con Ángel Di María a quien calificó como “muy religioso”, y destacó que los padres de Alexis Mac Allister se “preocupan por su formación espiritual".
En relación con Scaloni, el sacerdote describió: “Una persona increíble, un hombre muy serio, asiste a la parroquia del Seminario, en Buenos Aires. Siente mucho la responsabilidad que tiene, y la ejerce no solo a través de sus habilidades futbolísticas, sino también de las culturales”.
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