El arzobispo de Buenos Aires presentó su carta pastoral "Vive Cristo, nuestra esperanza", enmarcada en el Jubileo 2025. Reflexiona sobre la alegría y la esperanza como pilares fundamentales de la fe.

En un contexto de incertidumbre social y desafíos económicos, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, publicó su carta pastoral titulada "Vive Cristo, nuestra esperanza", enmarcada en el Año Jubilar 2025 convocado por el Papa Francisco bajo el lema "Peregrinos de esperanza".
“Queremos estar cerca de los crucificados de hoy: los enfermos, los excluidos, los marginados. La esperanza cristiana no nos aparta de la realidad, sino que nos compromete aún más con ella.” (Cardenal Jorge García Cuerva - Fragmento de la carta pastoral "Vive Cristo, nuestra esperanza")
El documento es un llamado a renovar la esperanza cristiana, entenderla como una virtud activa y reconocerla como un motor de cambio en la vida personal y comunitaria. “No es un optimismo superficial ni una simple espera pasiva, sino un impulso que transforma”, señala el cardenal.

Alegría y esperanza: un camino inseparable
Uno de los ejes principales de la carta es la relación indisoluble entre alegría y esperanza. Citando al beato Eduardo Pironio, García Cuerva explica que "un hombre de esperanza es necesariamente alegre" y que ambas virtudes se sostienen mutuamente. “El cristiano no puede permitirse vivir en el derrotismo, en el pesimismo constante. Estamos llamados a ser testigos de una esperanza que no defrauda y que nos impulsa a seguir caminando”, enfatiza.
Para sostener esta esperanza, destaca la importancia de la misericordia y el perdón, recordando cómo Jesús transformó la vida de quienes lo encontraron, desde Zaqueo hasta el Buen Ladrón.

Una Iglesia que camina con su pueblo
Otro aspecto clave de la misiva es la sinodalidad como un estilo de vida para la Iglesia, que debe ser cada vez más cercana y comprometida con las realidades del pueblo. El purpurado subraya que la fe no puede vivirse desde la comodidad ni desde una espiritualidad desencarnada: “Queremos estar cerca de los crucificados de hoy: los enfermos, los excluidos, los marginados. La esperanza cristiana no nos aparta de la realidad, sino que nos compromete aún más con ella”.
El arzobispo también hace un llamado a reflexionar sobre los signos de los tiempos y a transformar las dificultades en oportunidades para renovar la fe. Entre las preocupaciones que destaca están la soledad en las grandes ciudades, la pobreza, la fragmentación social y la pérdida de valores comunitarios.

Peregrinos de esperanza en el Año Jubilar
El Año Jubilar 2025 se presenta como una oportunidad única para reavivar la fe y fortalecer la esperanza. García Cuerva invita a los fieles a vivirlo con intensidad, reconociendo que “Dios camina con nosotros” y que la esperanza debe ser un ancla en medio de las tormentas de la vida.
La carta ofrece una serie de preguntas para la reflexión personal y comunitaria, animando a cada cristiano a convertirse en un testigo de esperanza en su entorno.
“Que este año nos encuentre más fraternos, más unidos y con la certeza de que Cristo es nuestra esperanza y que, con Él, todo tiene sentido”, finaliza el arzobispo.
DESCARGAR LA CARTA PASTORAL: https://drive.google.com/file/d/1tc7EIbcFdr_vH9OHWiLbNTEH1BgPTgS7/view?usp=sharing
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