San Óscar Romero, asesinado hace 43 años por "odio a la fe", es un ejemplo de entrega a Dios y el prójimo. El mártir canonizado en 2018 defendió los derechos humanos de los vulnerables.
Niños recordaron la festividad de san Óscar Romero.
El Salvador recuerda hoy a uno de sus más destacados líderes religiosos, el sacerdote Óscar Arnulfo Romero, en el 43 aniversario de su asesinato. Romero, quien fue canonizado en 2018 por Francisco, se destacó por su lucha a favor de los derechos humanos y su dedicación a los más necesitados.
Durante su tiempo como arzobispo de San Salvador, Romero se convirtió en un defensor de los pobres y desfavorecidos, denunciando abiertamente la violencia y las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno y los grupos paramilitares. Su discurso inspiró a muchos y lo convirtió en un icono de la lucha por la justicia social.
Momentos después del asesinato de san Óscar Romero.
Sin embargo, su defensa le costó la vida. El 24 de marzo de 1980, mientras celebraba misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia, fue asesinado por un francotirador en un acto que fue atribuido a grupos paramilitares de derecha.
CENTROAMÉRICA SIN DERECHOS
En medio de una situación política y social tensa en El Salvador, donde el actual gobierno de Nayib Bukele fue acusado de violaciones de derechos humanos y de restringir la libertad de prensa y de expresión, el legado de san Romero sigue siendo relevante.
San Óscar Romero, el obispo que dio su vida por los más necesitados.
En Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega también esta acusado de perseguir a la Iglesia Católica y de apresar a obispos y sacerdotes. La situación en ambos países es una clara muestra de la importancia de la labor de líderes religiosos como Romero, quienes se atrevieron a denunciar la injusticia y la violencia incluso en medio de la adversidad y la amenaza a sus vidas.
Un adiós lleno de amor y gratitud. La monja le da el último beso a san Óscar Romero, quien dio su vida por defender los derechos humanos y la justicia social en El Salvador.
La lucha por los derechos humanos y la justicia social sigue siendo relevante en todo el mundo, y la figura de Óscar Romero es un recordatorio de la necesidad de defender los valores de la justicia y la igualdad, incluso en las situaciones más difíciles.
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