En Paraguay, los fieles se congregan para honrar a Nuestra Señora de la Asunción, Patrona y Mariscala del Ejército Paraguayo. En el marco de la novena, que culminará con la gran procesión el 15 de agosto, la devoción mariana se vive con profunda espiritualidad y unidad.
Nuestra Señora de la Asunción, patrona del Paraguay.
Cada año, miles de paraguayos se unen en la celebración de la novena en honor a Nuestra Señora de la Asunción, la advocación mariana que desde hace siglos acompaña al pueblo paraguayo. Esta devoción tiene sus raíces en la profunda fe católica de la nación, que encontró en María un símbolo de protección y guía espiritual. La imagen de la Virgen, además de ser Patrona del Paraguay, fue declarada Mariscala del Ejército, reflejando su importancia no solo religiosa, sino también cultural e histórica.
Este año, al igual que en los anteriores, la novena se celebra con gran fervor en la catedral metropolitana de Asunción, donde los fieles acuden para participar de las misas, rezos y actos litúrgicos que se realizan en su honor. Las celebraciones, que comenzaron el 6 de agosto, culminarán el 15, Día de la Asunción de la Virgen, con una solemne procesión que recorrerá las calles de la ciudad.
El cardenal participó de la cuarta jornada de la novena.
UNA TRADICIÓN QUE UNE GENERACIONES
La novena de la Virgen de la Asunción es una tradición que trasciende generaciones. Familias enteras se congregan en la catedral y en las diversas iglesias del país para participar de las actividades programadas. Cada día de la novena tiene un tema central que guía las reflexiones y oraciones de los fieles. Durante estas jornadas se recuerda el papel de la Virgen en la historia de la salvación y se pide su intercesión por el país, las familias y los más necesitados.
El cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, fue una figura central en las celebraciones, presidiendo varias de las misas y compartiendo mensajes de esperanza y unidad con los fieles. En su homilía durante el cuarto día, recordó la importancia de caminar juntos en la fe y la necesidad de orar con fervor por la Iglesia y el país.
Celebración de la Novena de la Virgen de la Asunción.
MAMÁ DEL PARAGUAY
La Virgen de la Asunción no es solo la Patrona del Paraguay, sino también un símbolo de identidad y unidad para el pueblo. Su figura es venerada desde la época colonial, y su festividad es siempre un momento de gran significación para los paraguayos.
La procesión del 15 de agosto, que culmina la novena, es uno de los eventos más esperados y reúne a miles de personas que, con fe y devoción, acompañan la imagen de la Virgen por las calles de Asunción.
Este año, en un contexto mundial aún marcado por desafíos, la novena cobra un significado especial. Es un momento para que los fieles renueven su fe, pidan por la paz y la unidad del país y se acerquen a la Virgen, buscando en ella consuelo y fortaleza.
Al cierre de esta edición, se estaba llevando a cabo el quinto día de la novena, que estuvo centrado en el tema "Orar y caminar juntos en la Iglesia". La catedral volvió a ser el epicentro de la devoción mariana, con una gran afluencia de fieles que, a pesar de las circunstancias, mantienen viva la tradición y la fe en la Virgen de la Asunción.
En los próximos días, las actividades continuarán con la misma intensidad, esperando con ansias la celebración central del 15 de agosto, cuando todo Paraguay se unirá en una sola voz para honrar a su Patrona y Mariscala, Nuestra Señora de la Asunción.
Fotografías de la fanpage del Facebook del Arzobispado de Asunción
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