El Santo Padre mostró su pena y dolor por la guerra que está devastando Ucrania.
“Sufro y lloro pensando en la población ucrania, en particular en los más débiles, ancianos y los niños. Llegan noticias terribles de niños expulsados y deportados", expresó el Papa Francisco después del rezo del Regina Coeli del primero domingo de mayo, e invitó a los fieles a rezar todos los días el rosario por la paz.
Asimismo, también expresó su profunda preocupación por la guerra y se preguntó "si se está verdaderamente buscando la paz". Y además cuestionó si realmente existe "la voluntad de evitar una continua escalada militar o verbal, si se está haciendo todo lo posible para acallar las armas".
“Hoy estamos invitados a un nuevo impulso, a zambullirnos en el bien sin miedo de perder algo, sin hacer demasiados cálculos, sin esperar a que empiecen los otros. Porque para ir al encuentro de Jesús hay que comprometerse”, insistió el Santo Padre.
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