La subrogación de vientre, la pornografía y la "soledad familiar" atentan contra la dignidad humana y afectan a la célula básica de la sociedad, asegura Francisco.
El Santo Padre acentuó su posición sobre la manipulación y degradación de la dignidad humana, la cual sentenció que “se ve amenazada por la práctica inhumana y cada vez más extendida del ‘alquiler de vientres’, en la que se explota a las mujeres, casi siempre pobres”, y subrayó que “se trata a los niños como mercancía”; fue durante el encuentro que mantuvo el 10 de junio con la Federación de las Asociaciones de Familias Católicas en Europa (FAFCE —sigla en inglés—).
En la audiencia que se desarrollo en la Sala Clementina del Vaticano, en el marco del veinticinco aniversario de dicha entidad, el Pontífice les agradeció por recibir a los refugiados ucranianos, por el compromiso con la paz y el trabajo que realizan.
PORNOGRAFÍA, AMENAZA A LA SALUD PÚBLICA
El consumo de pornografía, durante la pandemia, creció en un 500 por ciento.
Continuando con la línea sobre la degradación de la dignidad humana, el Papa señaló que la globalización digital logró que la pornografía se transformara en una plaga que atraviesa todo Internet, por lo que hay que denunciarla “como un ataque permanente a la dignidad de hombres y mujeres”. “No se trata sólo de proteger a los niños, sino también de declarar la pornografía como una amenaza para la salud pública”, manifestó, y rescatando un párrafo del discurso que dio en el Congreso “La dignidad del niño en el mundo digital” (6/10/2017), destacó que «sería una grave ilusión pensar que una sociedad en la que el consumo anómalo de sexo en la red se extiende entre los adultos es luego capaz de proteger eficazmente a los menores».
“Las redes familiares, en colaboración con las escuelas y las comunidades locales, son cruciales para prevenir, para combatir esta lacra, para curar las heridas de quienes se encuentran en la vorágine de la adicción”, expresó Jorge Bergoglio.
CONSUMISMO E INDIVIDUALISMO, UN MAL SOCIAL
Francisco en su alocución en el encuentro que mantuvo el 10 de junio con Federación de las Asociaciones de Familias Católicas en Europa. (Fotografía: Vatican Media)
El vicario de Cristo recordó que en una de sus recientes resoluciones manifestaron que "tener hijos nunca debe considerarse una falta de responsabilidad hacia la creación o sus recursos naturales", por el contrario, “hay que abordar el consumismo y el individualismo, mirando a las familias como el mejor ejemplo de optimización de recursos" (FAFCE, Familias por un Desarrollo Integral y Sostenible, 26 de octubre de 2021).
LA VIRTUALIDAD DE LA FE Y LA SOLEDAD
Los prácticamente dos años de pandemia hicieron que aflorara el lado más oculto del ser humano, la soledad. Francisco, reflexionó sobre esta “pandemia” y destacó que no se experimento de manera individual sino que familiar, y que los Sacramentos se convirtieron en virtuales.
“Las redes familiares son un antídoto contra la soledad, por su propia naturaleza, están llamados a no dejar a nadie atrás, en comunión con los pastores y las Iglesias locales”, aseguró.
Del mismo modo, subrayó que la familia fundada en el matrimonio es el centro de la sociedad, es la base, “y debe ser reconocida como tal, en su función generadora, única e inalienable, porque representa el lugar natural de las primeras relaciones y de la generación”.
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