Sigue la ola de asesinatos contra religiosos católicos en México. Matan a dos miembros de la Compañía de Jesús.
Dos jesuitas fueron asesinados ayer en un templo del norte de México y sus cuerpos fueron sustraídos por personas armadas, informaron el gobierno y la congregación religiosa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó los homicidios de los dos religiosos e indicó que las muertes ocurrieron durante una persecución dentro de una iglesia del municipio Urique, en el estado de Chihuahua, luego de intentar defender a un hombre que buscaba refugio en el templo y que era perseguido.
La Compañía de Jesús indicó, a través de un comunicado, que las víctimas fueron los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, condenó el hecho e informó que los cuerpos fueron sustraídos por los delincuentes y pidieron que los entreguen.
Por su parte, monseñor Juan Manuel González Sandoval, obispo de la diócesis de Tarahumara (Chihuahua) expresó que los sacerdotes fueron “acribillados en el mismo templo sin más defensa que la fe en Dios al que sirvieron por cincuenta años” y subrayó que “no conformes con matarlos, los asesinos se llevaron sus cuerpos, sufriendo la misma suerte de tantos desaparecidos dejando estela de dolor, tristeza e indignación en todos los que los queremos y quisiéramos rendirles homenaje”.
Javier Campos Morales (izq.) y Joaquín Mora Salazar, los jesuitas asesinados.
MÉXICO, PELIGROSO PARA LOS RELIGIOSOS
Este territorio tiene la triste estadística de 79 personas vinculada con la Iglesia que fueron agredidas, concretamente un cardenal, 61 sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, nueve laicos y una periodista católica, además de dos presbíteros desaparecidos. Cuatro de los homicidios contra sacerdotes se produjeron en lo que va del periodo del presidente López Obrador, mientras que 14 se realizaron de 2012 a 2015.
Los delitos de extorsión y fraudes contra sacerdotes y religiosos, así como ataques a templos católicos, fueron en aumento desde que esta López Obrador.
Estos datos son evidentes por las denuncias en medios y redes sociales de los obispos al advertir las modalidades que realizan los delincuentes y que van mutando conforme lo exigen las necesidades de acopio de dinero que se obtiene de forma ilícita.
Desafortunadamente, la cifra negra es superior a las denuncias presentadas. Ni las fiscalías estatales o la Fiscalía General de la República dieron repuestas claras a este fenómeno, por el contrario, las investigaciones son irregulares y con grandes vacíos.
Más del 80% de los casos de asesinatos, extorsiones, ataques y robos contra templos católicos no fueron resueltos.
Chihuahua es uno de los seis estados que concentra la mitad de los homicidios del país junto con Michoacán, Guanajuato, Baja California, México y Jalisco, de acuerdo con los registros de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
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