Los Enfermos Tomaron el Vaticano
- Canal Vida
- hace 22 horas
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En río de sillas de ruedas cruzó la Puerta Santa clamando por milagros.
No fue una procesión común. Fue un grito de esperanza. Más de 20.000 almas frágiles pero invencibles desbordaron hoy las calles del Vaticano para vivir el Jubileo de los Enfermos, el evento más conmovedor del Año Santo. Desde la Piazza Pia hasta la majestuosa Puerta Santa de San Pedro, se abrió un camino sagrado donde la fe se mezcló con las lágrimas y la gratitud.
Allí estaban: ancianos arrastrando pasos, niños en brazos, mujeres en sillas de ruedas, hombres con oxígeno, todos empujados por voluntarios, religiosos y médicos que, como ángeles terrestres, acompañaban a quienes la vida golpeó... pero no venció.
Cada silla cruzando el umbral sagrado fue un milagro en marcha. Como el de Angela, de 90 años, quien apenas podía hablar del llanto: “Soñaba con cruzar la Puerta Santa. No puedo caminar… pero aquí estoy. No me trajo un milagro: me trajo el amor de los que me rodean”.
En el aire flotaban oraciones por la sanación del Papa Francisco, aún convaleciente, y súplicas por la paz mundial. “Vinimos por nosotros, pero también por él”, susurraba Daniel, que empujaba a dos personas discapacitadas desde Verona.
Este sábado, el dolor se volvió procesión, y el sufrimiento se transformó en fuerza. Porque cuando los últimos se levantan —aunque sea en silla de ruedas— el cielo se inclina a mirarlos.
Mañana, una misa pondrá el broche final. Pero hoy, la Puerta Santa no fue de mármol: fue de carne, fe… y coraje.
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