A 175 años de la primera convención sobre los derechos de la mujer en Estados Unidos, recordamos el papel central del cristianismo y su impacto en la lucha por la igualdad de género.
Mujeres cristianas que participaron del Congreso Senaca Falls en el que defendieron los derechos femeninos.
El 19 de julio de 1848, casi 300 hombres y mujeres se congregaron en Seneca Falls, Nueva York, para realizar la primera reunión pública y política de los Estados Unidos sobre los derechos de la mujer. El resultado de la Convención de Seneca Falls fue la Declaración de Sentimientos, un documento inspirado en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos que postulaba que "todos los hombres y mujeres son creados iguales".
Esta conferencia de dos días marcó el inicio del movimiento por el sufragio femenino, el cual sería otorgado 70 años después con la ratificación de la Enmienda 19 de la Constitución.
INFLUENCIA EN LA LUCHA POR LA IGUALDAD
Uno de los elementos menos conocidos pero más significativos de este encuentro es el papel clave que desempeñaron los cuáqueros. Cuatro de los cinco líderes de la convención pertenecían a este grupo cristiano protestante, también conocido como la Sociedad Religiosa de los Amigos. Sus ideas y su comunidad moldearon profundamente el encuentro.
Una de las creencias centrales de los cuáqueros es que todos los hombres y mujeres poseen la "luz interior" -la luz de Cristo- y son por lo tanto iguales ante los ojos de Dios.
LAS MUJERES CUÁQUERAS EN LA VANGUARDIA DE LA REFORMA SOCIAL
Las mujeres cuáqueras que participaron en la reunión en Seneca Falls habían sido nutridas en una comunidad religiosa que la historiadora Nancy Hewitt describe como un "rico mundo femenino de fe, familia y amistad".
EL CAMINO HACIA LA EQUIDAD: UN ESFUERZO HUMANO, NO SOLO DE MUJERES
Lucretia Mott, una de las organizadoras de la Convención de Seneca Falls, enfatizó que la lucha por los derechos de la mujer no solo era una cuestión femenina, sino una lucha por los derechos humanos. “Entre los cuáqueros nunca se habló de los derechos de la mujer, simplemente se hablaba de los derechos humanos", expresó Mott.
La Convención de Seneca Falls es un hito de la lucha por la igualdad de género que se remonta a la influencia del cristianismo, recordándonos que la fe y las convicciones religiosas pueden ser poderosos catalizadores para el cambio social.
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