El país del Papa Francisco inauguró la imagen de la Virgen más grande del mundo, superando incluso al Cristo Redentor de Brasil. Ubicada en las sierras de Catamarca, esta majestuosa obra de 52 metros no solo se convirtió en un ícono de la devoción mariana, sino también en un atractivo turístico imponente.
La imagen está ubicada en El Rodeo, sobre la Ruta Provincial 4.
Argentina, una tierra profundamente mariana, dio un nuevo y gigantesco homenaje a la Virgen. En las sierras de Catamarca se inauguró, el 7 de septiembre, la imagen de la Virgen del Valle más grande del mundo, una colosal estructura de 52 metros de altura que deja atrás a monumentos icónicos como el Cristo Redentor de Brasil y la Estatua de la Libertad en Estados Unidos.
Una Devoción Monumental
Los argentinos, conocidos por su devoción a la Virgen María, especialmente bajo las advocaciones de Luján y San Nicolás, levantaron esta majestuosa obra para celebrar su fe.
La Virgen del Valle, venerada en el norte de este país desde el siglo XVII por los milagros atribuidos a su intercesión, ahora se eleva en lo alto de las sierras de El Rodeo, en Catamarca, como un símbolo visible de la fe de toda una región.
Al llegar al sitio, ubicado en la Ruta Provincial 4, los visitantes son recibidos por una imagen imponente que domina el paisaje. Desde la base, se puede observar María vestida de blanco y azul, con una expresión serena que invita a la oración. Sus 52 metros de altura, equivalentes a un edificio de 11 pisos, impresionan a cualquier peregrino o turista que se acerca al lugar.
En el interior de la imagen se encuentra la capilla donde los peregrinos pueden rezar o participar de las celebraciones eucarísticas.
Una Obra de Fe y Turismo
Concebida por el empresario y artista Walter D'Agostini, este proyecto de casi una década fue bautizado como el "Camino de la Fe".
Desde el interior de la escultura, los fieles pueden acceder a una capilla diseñada para la oración y meditación, además de un mirador panorámico de 360 grados, que ofrece vistas espectaculares de los valles y montañas que rodean la zona. Para llegar hasta este punto, se debe subir una escalera interna de 117 escalones que conduce al corazón de la imagen.
Imponente imagen de María.
Sin embargo, el camino hacia la Virgen no es solo espiritual. Los visitantes tienen la opción de realizar una caminata de 6 kilómetros desde la base de la montaña hasta la cima, o bien optar por combis que lleva a los visitantes al monumento. Este servicio generó cierta polémica, ya que los precios varían según la procedencia de los peregrinos, con tarifas que oscilan entre los 5.000 y 20.000 pesos argentinos, o sea entre 4 a 16 dólares.
La Virgen Encontrada
La devoción a la Virgen del Valle se remonta al 1618, cuando un trabajador encontró su pequeña imagen en una cueva de Catamarca. A lo largo de los siglos, los fieles atribuyeron a la Virgen numerosos milagros, incluyendo la protección de las cosechas de los campesinos frente a plagas, y su rol como protectora de los mineros y trabajadores de la región.
Ocio contemplativo: la imagen de María se eleva entre los cerros y la belleza del lugar.
Catamarca, situada en el noroeste argentino, es conocida por su rica historia religiosa y es hogar de miles de peregrinos cada año, quienes acuden a rendir homenaje a esta advocación mariana en su santuario.
Información para Visitantes
Los visitantes pueden acceder al monumento durante los fines de semana, de 11 a 18. Además del recorrido espiritual, el lugar también ofrece una serie de comodidades como un bar y puestos sanitarios en la base de la Virgen, que buscan atender tanto a los peregrinos como a los turistas. La inauguración del monumento coincidió con el Día del Milagro, una festividad local que conmemora la protección divina de la Virgen en un terremoto ocurrido en 2004.
La obra fue realizada por el artista Walter D'Agostini.
Sin lugar a dudas, la Virgen del Valle de Catamarca no solo se convirtió en un ícono de fe, sino también en uno de los mayores atractivos turísticos de la región, atrayendo a visitantes de todo el mundo que buscan una experiencia espiritual única en un marco natural incomparable.
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