Casos de abuso sexual involucrando a la Iglesia Católica salieron a luz en Bolivia y Estados Unidos. El Papa Francisco expresó su vergüenza por estos actos atroces, mientras en Alemania el culto enfrenta una alarmante pérdida de fieles.
Un tercer sacerdote fue detenido en Bolivia, acusado de abuso sexual, en medio del mayor escándalo de pederastia clerical que golpeó al país.
Jorge Luis Machicado, fue llevado en una patrulla desde su parroquia en Tarija, a una sede policial. Su detención ocurrió poco después de que el Vaticano envió a Bolivia el diario del fallecido jesuita español Alfonso Pedrajas, quien en sus anotaciones confesó haber abusado de decenas de menores en las décadas de 1970 y 1980.
En respuesta a este escándalo, el Papa Francisco envió una carta al presidente de Bolivia, Luis Arce, en la que se expresó "avergonzado y consternado" por las denuncias de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Bolivia, comprometiendo "la total disponibilidad de la Iglesia para trabajar junto al gobierno" en las investigaciones en curso.
SENTENCIADO A 25 AÑOS
En Estados Unidos, Stephen Sauer, un excura de 61 años, fue condenado a 25 años de prisión después de ser declarado culpable de drogar y abusar sexualmente de 17 hombres que conoció en Nueva Orleans.
Sauer seleccionaba a sus víctimas en el Barrio Francés, aprovechándose de aquellos que parecían ebrios, desorientados o necesitados de ayuda. La investigación comenzó cuando envió una computadora a reparar en Nueva York, donde se encontraron cientos de imágenes de abusos sexuales.
ALEMANIA SUFRE PÉRDIDA MASIVA DE FIELES
La Iglesia Católica en Alemania está sufriendo una crisis de fe masiva en medio de los escándalos de abuso sexual que afectaronhan afectado a la institución. Más de medio millón de personas abandonaron formalmente la Iglesia en Alemania el año pasado, una cifra considerablemente mayor que el récord anterior.
Estos incidentes de abuso sexual y la respuesta de la Iglesia a ellos siguen generando controversia y están llevando a muchos a cuestionar el papel y la responsabilidad de la Iglesia en la protección de los más vulnerables. El compromiso del Papa de trabajar en colaboración con el gobierno en las investigaciones en curso ofrece una luz de esperanza en medio de la oscuridad de estos escándalos.
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