Las principales organizaciones socio-eclesiales de Paraguay levantan su voz frente al devastador impacto ambiental que azota al país. Un incendio de grandes proporciones desató un manto de humo sobre Asunción, generando preocupación por la salud pública y poniendo en jaque la biodiversidad.
Humo y destrucción: El clamor por la biodiversidad en Paraguay. (Imagen ilustrativa)
El reciente comunicado emitido por organizaciones socio-eclesiales de Paraguay no pasó desapercibido. Estas entidades, entre las que destacan ACHA, CONAPI, y el Vicariato Apostólico del Pilcomayo, alzaron su voz ante los incendios que están arrasando con la biodiversidad en el país, especialmente en el territorio chaqueño.
Este desastre tuvo consecuencias tangibles en Asunción, donde un espeso manto de humo cubrió la capital, generando problemas respiratorios y un estado de alerta entre la población.
Comunicado.
Deforestación y contaminación sin control
Los representantes de la Iglesia manifestaron su indignación ante la pasividad de las autoridades y el incumplimiento de las leyes ambientales. La deforestación y las quemas indiscriminadas, alimentadas por intereses económicos, provocaron no solo la pérdida de flora y fauna, sino también el desplazamiento de comunidades indígenas y campesinas, quienes sufren directamente las consecuencias de estos crímenes socio-ambientales.
El comunicado enfatizó la urgencia de actuar con seriedad y responsabilidad, exigiendo penalizaciones para quienes permitieron estos excesos. Citando al Papa Francisco y su encíclica "Laudato Si", las entidades subrayaron que el cuidado de la "Casa Común" no es opcional, sino una responsabilidad moral y social.
La salud en riesgo y el futuro incierto
La acumulación de humo en la ciudad capital generó una emergencia de salud pública. Las organizaciones socio-eclesiales piden que las instituciones responsables, como el Ministerio Público y el MADES, asuman su papel en la protección de la vida y la biodiversidad.
La situación no solo afecta al ecosistema, sino que pone en peligro a millones de paraguayos que respiran aire contaminado, exacerbando enfermedades respiratorias.
En definitiva, la Iglesia y sus aliados hacen un llamado a toda la sociedad paraguaya para actuar en defensa del medio ambiente y de las futuras generaciones.
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