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  • Foto del escritorCanal Vida

Halloween, una fiesta católica tomada por el paganismo

Historia del festejo por la santidad y oración por los difuntos que se convirtió en una “noche de brujas”.
 

Las tradiciones celtas tomaban como símbolo de Halloween al nabo iluminado —la leyenda narra que el diablo condenó a un hombre a deambular por el mundo con dicho vegetal iluminado con una brasa—, pero en América se cambió, por su tamaño, a la calabaza que con el tiempo la decoraron con rostros terroríficos.


Fin de octubre, Halloween. Se la acusa de ser colonizada por neopaganos, wiccas, centros comerciales e industria cinematográfica; de ser extraña a la cultura latinoamericana; de ser una ocasión consumista o inmoral. Pero quizá el reproche más importante es que era principalmente una fiesta católica, y hoy se convirtió en una festividad descristianizadora.


Es una pena que una fiesta católica en sus orígenes, y en sus manifestaciones más importantes, venga envuelta de Estados Unidos con la misma sonrisa que Santa Claus de Coca-Cola... cuando fue una festividad católica, que por eso fue prohibida con saña en la Inglaterra anglicana del siglo XVII.

 
 

¿DE ORIGEN PAGANO O CATÓLICO?

Western y Halloween son los dos productos culturales propiamente estadounidenses más universales. Y la fiesta actual es una tradición que se fragua en Norteamérica pero con ingredientes irlandeses, ingleses y franceses, eso sí, todos católicos.


Si buscamos referencias sobre el origen de la fiesta nos encontraremos con una mutación más o menos florida de lo siguiente: “La fiesta de Halloween se celebra en la noche del día 31 de octubre porque los celtas rendían culto al dios de la muerte y de las tinieblas con sacrificios animales y humanos. La festividad celta del Samhain, 1 de noviembre, marcaba el fin del verano y el comienzo de la mitad oscura del año. La festividad cristiana del Día de Todos los Santos se hizo coincidir para despaganizarla, aunque sobrevivieron las costumbres celtas”.


Lo explica muy bien el periodista y escritor italiano Vittorio Messori en "Hipótesis sobre María"; no era simplemente una despaganización de costumbres, fue sumar a la propia naturaleza humana ese plus de divinidad.


Halloween actualmente vinculado con el ocultismo.


VERSIÓN REAL

Halloween es una fiesta grande cristiana que, en todo caso, sirvió de alojo a reminiscencias paganas pero ya muy cristianizadas.


Si caen en sus manos, o en la pantalla, páginas que nos ilustran con imaginativas pinceladas las costumbres de los sanguinarios druidas y el pormenor detallado de la celebración del Samhain…, pues cambien de canal porque les están mintiendo.


Sobre aquella época hay muy pocas fuentes primarias, algo de Julio César, unos parrafitos de Estrabón, que cita de oídas (nos cuenta lo de las puntas de flecha celtas, no está mal para un pueblo que desconocía el arco y la flecha) y ya nos tenemos que ir a poemas medievales irlandeses de bastantes siglos después para los siguientes textos.

 
 

ELEMENTOS CRISTIANOS

Vayamos al origen: Halloween se celebra el 31 de octubre porque es católico.

Halloween o Hallowe'en, significa Víspera de Todos los Santos. El 1 de noviembre, Día de Todos los Santos se llamaba All Hallows' Day. Hallow en inglés antiguo viene a ser como “que es venerado o santificado” (en la actualidad se le llama All Saints Day). La partícula Eve es una abreviatura de evening —víspera—, así que la Víspera de Todos los Santos es All Hallows' Eve, que en inglés antiguo se contrae en Hallowe'en.



¿FIESTA PAGANA?

La literatura neopagana presenta Halloween como una de las grandes fiestas del año celta. Hasta aquí se puede admitir sin matices. El hecho de ser utilizado por el catolicismo para su fiesta es algo sin base histórica.


Para empezar, las fechas son distintas. Suelen situarla el 1 de noviembre, y por tanto su víspera, Halloween, el 31 de octubre, como inicio de las celebraciones. Esto es muy difícil de probar.


El centro de las fiestas era más agrícola que de culto a los muertos. Hay pocas bases históricas que respalden la teoría de que los celtas creían que en esas fechas la frontera entre vivos y muertos era más delgada. En cambio hay muchas que apoyan las del fin de la cosecha y preparación para el invierno.


El esmero de grupos paganos y ateos por descristianizar la celebración de todos los santos (hoy llamada Halloween) carece de seriedad. Por ejemplo, la calabaza es una hortaliza americana, no pertenece al folclore celta.



Y entonces, ¿por qué el 1 de noviembre? La fiesta de Todos los Santos se celebraba antiguamente el 13 de mayo en la Iglesia Latina. Aquí sí se la hizo coincidir con una fiesta pagana, el final del festival de las Lemuria, que en el calendario juliano eran los días 9, 11 y 13 de mayo, fiestas en las que se realizaban ritos de exorcismo de espíritus malévolos y se honraba a los muertos.


El 13 de mayo del 609 o 610 tuvo lugar la última lemuralia, el emperador bizantino Focas “regalaba” el Panteón, dedicado a los dioses romanos, al papa Bonifacio IV, que lo consagraba como Sanctae Mariae ad Martyres (Santa María de los Mártires), primer templo pagano convertido al culto cristiano.


Tiempo después Gregorio III (731-741) trasladaba la fecha de mayo al 1 de noviembre con ocasión de la dedicación de la capilla de San Pedro para las reliquias "de los Santos Apóstoles y todos los santos, mártires y confesores, y de todos los justos". Pero era una fiesta solo local, de la diócesis de Roma. Cien años después, Gregorio IV (827-844) la declara fiesta universal, pero con la vista puesta en los francos (pueblo cristiano en la actual Francia), a través de un decreto del emperador franco Ludovico Pío.



Ninguno de los dos papas Gregorios pensaba ni en el Samhain, ni en los druidas, ni en las calabazas. Se quería reconocer y dar el culto debido a "Todos los Santos", incluso los que no tenían fiesta propia.


La fiesta de la Conmemoración de los Fieles Difuntos no se estableció el 2 de noviembre hasta el año mil, aproximadamente, por san Odilón, en el monasterio de Clunny. Evidentemente, él tampoco pensaba en los celtas.

 
 

ATAQUE POR SER FIESTA CATÓLICA

Este par de grandes fiestas católicas, la de los Santos (1 de noviembre) y la de Difuntos (2 de noviembre), fue complementada con la tarde noche del 31 de octubre (que hace como las vísperas de la gran solemnidad), como se realiza en todas las fiestas cristianas. Y no es descabellado pensar que se incorporasen elementos lúdicos de las fiestas de la cosecha. Pero el trasfondo de homenaje a las almas, la referencia al Purgatorio y a los difuntos son católicos.


En junio de 1647 el Parlamento Británico abolió la Navidad y, por supuesto, la fiesta de Todos los Santos (con su víspera, Halloween, y el Día de Difuntos) y otras fiestas mayores del catolicismo. Se las consideró como una degradación moral contraria al cristianismo, e incluso se prohibió la asistencia a la Santa Misa esos días, ya que no era más que un nefasto resto de costumbres papistas y profundamente católicas.

 
 

VOLVER A LAS RAÍCES

Entonces se puede hacer fiesta en Halloween recordando lo que este día significó durante siglos y lo que sigue testimoniando.


Hay que salvar Halloween dándole todo su antiguo significado, liberando esta fiesta de la dimensión puramente consumista y comercial, y sobre todo extirpando la mezcla de ocultismo sombrío del que fue revestido. El 1 de noviembre, memoria de Todos los Santos, es una festividad extraordinaria para los cristianos, y no vale la pena dejarla en manos de charlatanes y ocultistas.


Alternativas en Halloween: Los mayores pueden leer acerca de los santos, tener una fiesta en honor al santo favorito de la comunidad o de la familia. Aprovechemos las películas que hoy existen sobre tantos santos.


En la diócesis de París promueven desde 2002 la participación de muchos jóvenes, los llamados holywins —que puede traducirse como "lo santo vence"—, indicando que el bien siempre vence al mal. La iniciativa fue recogida también en otras diócesis, como en Polonia. Los jóvenes salen a las calles para festejar la santidad y atestiguar su fe y esperanza en la resurrección.

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