El Papa, tras 38 días de internación por una grave neumonía, saludará este domingo desde la ventana del hospital Gemelli. Su aparición será un gesto de fe, resistencia y cercanía con el pueblo de Dios.

Desde el corazón del Policlínico Gemelli en Roma, el Papa Francisco se prepara para regalar una señal poderosa al mundo católico: reaparecerá este domingo 23 de marzo, desde la ventana de su habitación, para impartir su bendición al finalizar el Ángelus. Será su primera aparición pública desde el 14 de febrero, cuando fue internado por una neumonía bilateral que generó profunda preocupación.

Un Papa que no abandona su rebaño
Según informó la Oficina de Prensa del Vaticano, Francisco no leerá el texto completo del Ángelus, pero lo redactará y se publicará como en domingos anteriores. En cambio, ofrecerá un gesto silencioso pero elocuente: una bendición con la mano, que simboliza su inquebrantable lazo espiritual con millones de fieles.

Recuperación lenta, pero firme
El cuadro clínico del Pontífice, de 88 años, permanece estable, con mejoras respiratorias y motrices. Se suspendió la ventilación mecánica nocturna y se redujo gradualmente el uso de oxígeno de alto flujo. Continúa con tratamiento farmacológico, fisioterapia y jornadas que alternan oración y trabajo. El alta hospitalaria aún no tiene fecha.

Una tradición que conmueve
No será la primera vez que Francisco bendice desde el décimo piso del Gemelli. Ya lo había hecho en 2021, tras su operación de colon, emulando a Juan Pablo II, quien consideraba ese hospital como el "Vaticano III". En esta ocasión, su presencia significará un testimonio de vida y fe.

Una Iglesia que ora con él
Desde su internación, Francisco permaneció espiritualmente unido a la comunidad eclesial. Envió mensajes, redactó catequesis, y agradeció las oraciones que lo sostienen. "Rezo por ustedes. Y les pido que también recen por mí", reiteró en su carta a los peregrinos de la arquidiócesis de Nápoles.
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