El presidente de la Conferencia Episcopal de Asia Central considera que la participan del Papa en el encuentro interreligioso que se realizará en septiembre en Nur-Sultan será un estímulo para la fe de sus habitantes.
Monseñor José Luis Mumbiela Sierra es presidente de la Conferencia Episcopal de Asia Central. (Fotografía: Vatican Media)
Kazajstán, país independizado en 1990 luego de la disolución de la Unión Soviética, conformada por diferentes grupos étnicos, una mayoría musulmana y una minoría cristiana, principalmente ortodoxa, será sede el 14 y 15 de septiembre del VII Congreso de Líderes Religiones Mundiales y Tradicionales, en la que resalta la presencia del Papa Francisco.
“La participación del Santo Padre sirve para subrayar la vocación de este país de ser un modelo de convivencia pacífica entre diferentes etnias y religiones”, destacó monseñor José Luis Mumbiela Sierra, presidente de la Conferencia Episcopal de Kazajistán, e indicó que es la figura más importante que “promociona el diálogo entre las diferentes naciones, culturas y religiones”.
El prelado, en diálogo con la agencia católica Vatican News, señaló que la visita del vicario de Cristo es un estímulo para que no se pierda “ni se apague la sal y la luz” que los católicos están llamados transmitir en ese país, además de que será un momento de gracia “para que los discípulos de Jesucristo puedan renovar su fe, esperanza y caridad”.
DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
En un país con un crisol de razas, costumbres y diferentes religiones, es importante el diálogo y trabajo conjunto, por lo que Mumbiela Sierra consideró fundamental que se creen amistades sinceras entre sacerdotes u obispos y los representantes de otras confesiones, cristianas y no cristianas.
Asimismo, indicó que tratan de inculcar este mismo espíritu entre los fieles para que la convivencia social se base en los principios claros y sólidos de la fraternidad y la coexistencia pacífica entre personas de diferentes culturas y religiones.
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