El Santo Padre exhortó al diálogo entre los grupos peruanos enfrentados, para cese la violencia que hasta el momento tiene un saldo de 55 muertos.
Al menos 55 personas murieron debido a los disturbios por el pedido de destitución de la presidente del Perú.
El Papa suplicó el domingo para que se ponga fin a la creciente violencia en Perú por las demandas para que renuncie la presidente Dina Boluarte.
Dirigiéndose a unas 15.000 personas reunidas en la plaza de San Pedro para participar del Ángelus, el Santo Padre los exhortó a orar “para que cesen los actos de violencia en Perú”.
“La violencia extingue la esperanza de encontrar una solución justa a los problemas”, agregó el Pontífice, quien animó a todas las partes involucradas “a tomar la vía del diálogo entre hermanos de una misma nación, con pleno respeto de los derechos humanos y del Estado de Derecho”.
El sucesor de Pedro se unió a la proclamación de los obispos peruano: “¡No a la violencia, venga de donde venga! ¡No más muertes!”.
Hasta hace poco, las crecientes protestas en Perú estaban concentradas en el sur del país. Comenzaron el mes pasado, después de que el entonces presidente Pedro Castillo, el primer líder con antecedentes rurales andinos, fue acusado y encarcelado por intentar disolver el Congreso.
Ahora los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte, la vicepresidente que asumió el cargo el 7 de diciembre para reemplazar a Castillo. También quieren que se disuelva el Congreso y se celebren nuevas elecciones. Castillo se encuentra actualmente detenido por cargos de rebelión.
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