El Papa recibió a un grupo de personas que participará de la Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en 2023 en Portugal, y los invitó a ser portadores de "la belleza del amor, fraternidad, solidaridad".
El Papa recibió este lunes a un grupo de jóvenes de Bélgica a quienes como embajadores de la juventud para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de 2023 en Portugal, los invitó a “cultivar la cercanía a todos los jóvenes, especialmente a los que viven en situaciones precarias, a los jóvenes migrantes y refugiados, a los jóvenes de la calle, sin olvidar a los demás, especialmente a los que experimentan una vida de soledad y tristeza”.
Al recibir a los 300 belgas, les ofreció algunos consejos, con su cercanía espiritual también a toda la juventud comprometida en las parroquias y comunidades cristianas de su país.
NO TEMER A LAS CRISIS
El Pontífice, en otro momento de su alocución les dijo que la Iglesia necesita “de su generosidad, alegría, de su deseo de construir un mundo diferente, impregnado por los valores de la fraternidad, la paz y la reconciliación”.
“No tengan miedo de las crisis, porque las crisis nos hacen crecer”, aseguró el sucesor de Pedro e indicó que “no hay que confundir crisis con conflicto: el conflicto te cierra, la crisis te hace crecer”.
Asimismo les recomendó que “su relación con Cristo debe ser sólida. Él es el amigo fiel que nunca decepciona”. Y les explicó que “el encuentro con Jesús les permite tener una mirada nueva sobre las situaciones, encontrar respuestas a sus preguntas, descubrirse capaces de asumir responsabilidades, de avanzar en la vida y de consolidar su fe a través de un diálogo sobre sus convicciones”.
LA PAZ ES UNA DE SUS LUCHAS
El Santo Padre les señaló que “creciendo en el diálogo podemos formarnos una personalidad sólida para las luchas cotidianas, una de estas luchas es la de la paz”.
En el contexto de la situación bélica por la que atraviesa el mundo les pidió que “sean artesanos de la paz a su alrededor y dentro de ustedes; embajadores de la paz, para que el mundo redescubra la belleza del amor, del vivir juntos, de la fraternidad, de la solidaridad”.
También les recordó que su vida "es un compromiso concreto a partir de la fe para la construcción de una nueva sociedad, es vivir en medio del mundo y de la sociedad para evangelizar sus diferentes instancias, para hacer crecer la paz, la convivencia, la justicia, los derechos humanos, la misericordia, y así extender el Reino de Dios en el mundo”.
Frente estos retos el Papa les dijo que pueden sentirse “desanimados, no a la altura, desarmados e impotentes”. De ahí que haya reafirmado que “no tengan miedo”, sino que sean creativos y que “eleven la mirada para afrontar los retos de la vida”.
"No se distraigan con las cosas triviales de la vida, que son muchas. Concéntrense en lo esencial, que brota de la amistad con Jesucristo", subrayó.
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