El Papa envió un mensaje al Movimiento Pro Vida en su 50° aniversario y llamó a apostar por las mujeres

Desde el Policlínico Agostino Gemelli, donde se encuentra internado desde el 14 de febrero, el Papa Francisco envió un contundente mensaje al Movimiento Pro Vida, en el marco de su 50° aniversario. En el texto, leído por el cardenal Pietro Parolin durante la misa en la basílica de San Pedro, el Pontífice denunció la "cultura del descarte" y reafirmó que “una sociedad justa no se construye eliminando a quienes no tienen voz”.

Un llamado a defender la dignidad humana
En su mensaje, Francisco recordó que el Movimiento Pro Vida, surgido en Italia en 1975 con la creación del Centro de Ayuda para la Vida en Florencia, trabaja incansablemente en defensa de los no nacidos y de los más vulnerables. “El concebido representa, por excelencia, a todo hombre y mujer que no cuenta, que no tiene voz”, expresó el Papa.
“Una sociedad justa no se construye eliminando a quienes no tienen voz.” (Papa Francisco)
Además, destacó la importancia de iniciativas como Casas de Acogida, Proyecto Gemma y SOS Vita, que brindan apoyo a madres en situación de vulnerabilidad, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la vida desde su concepción hasta su fin natural.

Contra la cultura del descarte
Francisco alertó sobre la creciente mentalidad de exclusión en la sociedad, donde los niños no nacidos, ancianos y enfermos terminales son vistos como “cargas” en lugar de seres humanos con dignidad.
En este sentido, afirmó que la lucha por la vida es inseparable de la construcción de una civilización del amor y de la esperanza. “El cuidado de la creación está en auge entre los jóvenes, pero paradójicamente también crece la indiferencia hacia la vida humana más frágil”, señaló, al tiempo que destacó: “es una contradicción que debemos afrontar con valentía”.

Apostar por las mujeres y la maternidad
El Papa hizo un llamado especial a “apostar por las mujeres”, reconociendo su capacidad de acogida y valentía, y promoviendo una protección social de la maternidad que permita erradicar los condicionamientos que llevan al aborto. “El compromiso con la vida es un compromiso con la dignidad de cada persona y con el futuro de la humanidad”, enfatizó.
Francisco concluyó su mensaje encomendando la labor del Movimiento Pro Vida a la intercesión de santa Teresa de Calcuta, a quien llamó “presidenta espiritual” de este esfuerzo mundial.
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