El Papa aseguró, en su ciclo de catequesis sobre “la pasión de evangelizar”, que Jesús “nunca nos abandona”, siempre sale a buscar a las personas que se alejan de Él.
Francisco, después de la audiencia general, tuvo un encuentro con religiosas del Paraguay.
“Nuestra vida sin el amor de Cristo sufre”, aseguró Francisco en la audiencia general del 18 de enero en el aula Paulo VI en la continuidad del ciclo de catequesis sobre “la pasión por evangelizar”.
Al comentar el pasaje del Evangelio de san Lucas (15,4-7), el Santo Padre dijo que, Jesús es el modelo insuperable del anuncio, porque Él es el “Verbo de Dios”, tal como lo define el Evangelio del día de Navidad.
“El hecho de que él sea el Verbo, es decir la Palabra, nos indica un aspecto esencial de Jesús: Él está siempre en relación, en salida, jamás aislado; la palabra, de hecho, existe para ser transmitida, comunicada. Así es Jesús, Palabra eterna del Padre que llega a nosotros”, subrayó el Papa.
ORACIÓN, COMUNICACIÓN ÍNTIMA CON DIOS
El Santo Padre señaló que, Jesús, Palabra eterna del Padre, está siempre en relación íntima con el Padre a través de la oración.
“El Señor sufre cuando nos distanciamos de su corazón. En respuesta a este sufrimiento, no se cierra, sino que arriesga: deja las 99 ovejas que están a salvo y se aventura por la única perdida.”
Todas las decisiones y las elecciones más importantes Jesús las toma después de rezar. Precisamente en esta relación, en la oración que le une al Padre en el Espíritu, Jesús descubre el sentido de su ser hombre, de su existencia en el mundo porque Él está en misión por los seres humanos.
“Cada día, después de la oración, Jesús dedica toda su jornada al anuncio del Reino de Dios y a las personas, sobre todo a los más pobres y débiles, a los pecadores y a los enfermos. Es decir, Jesús está en contacto con el Padre en la oración y además está en contacto con toda la gente en la misión”, expresó el Pontífice.
JESÚS Y SU CORAZÓN DE PASTOR
Se puede representar con una imagen el estilo de vida de Jesús, Él mismo ofrece, «da su vida por las ovejas» (Jn 10,11).
“Ser el pastor era una verdadera forma de vida: 24 horas al día, viviendo con el rebaño, acompañándolo a pastar, durmiendo entre las ovejas, cuidando de las más débiles. Jesús no hace algo por nosotros, sino que da todo, da su vida por nosotros. El suyo es un corazón pastoral (cfr Ez 34,15). Él es el Pastor con todos nosotros”, señaló el Obispo de Roma.
El vicario de Cristo indicó que, para resumir en una palabra la acción de la Iglesia se usa a menudo el término “pastoral”. Y para valorar la pastoral, “debemos compararnos con el modelo, confrontarnos con Jesús, con Jesús buen Pastor”.
CRISTO SUFRE POR EL QUE SE ALEJA
El sucesor de Pedro explicó que Jesús no descansa cuando una persona se aleja de Él, la busca, no la abandona, y para ello vale el capítulo 15 del Evangelio de san Lucas, que habla de la parábola de la oveja perdida, de la moneda perdida y del hijo pródigo.
Catequesis de Francisco.
“Dios sufre por quien se va y, mientras lo llora, lo ama todavía más. El Señor sufre cuando nos distanciamos de su corazón. En respuesta a este sufrimiento, no se cierra, sino que arriesga: deja las 99 ovejas que están a salvo y se aventura por la única perdida, haciendo algo arriesgado y también irracional, pero acorde con su corazón pastoral, que tiene nostalgia de los que se fueron; no rabia ni resentimiento, sino una irreductible nostalgia por nosotros”, manifestó Jorge Bergoglio.
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