El Papa celebró misa en el Gemelli y se mostró fortalecido en la fe.
A más de un mes de su hospitalización, el Papa concelebró la Eucaristía en la capilla del Policlínico Gemelli. Su estado de salud sigue estable, con avances en su tratamiento, mientras continúa con terapias motoras y respiratorias.
Una imagen que da alivio al mundo católico
El Vaticano difundió ayer la primera imagen de Francisco en semanas: el Pontífice, en silla de ruedas, vestido con alba y estola moradas, contemplando el crucifijo tras concelebrar la misa en la capilla del décimo piso del hospital Gemelli. Es el primer oficio religioso que preside desde su ingreso el 14 de febrero, una señal alentadora en medio de su proceso de recuperación.
Oración, descanso y fisioterapia: la rutina del Pontífice
El parte médico oficial indica que Francisco sigue estable dentro de un cuadro clínico complejo. Su tratamiento incluye fisioterapia motora y respiratoria, oxigenoterapia de alto flujo y una progresiva reducción en la ventilación mecánica nocturna.
Según informaron fuentes vaticanas, el Papa alterna sus horas entre oración, descanso y breves momentos de trabajo. A pesar de su estado, sigue pendiente de los acontecimientos eclesiásticos y mundiales, enviando mensajes y bendiciones a distintos sectores.
El cariño de los niños y el mundo católico
En la jornada del sábado, cerca de 200 niños de UNICEF y otras organizaciones llevaron globos y flores al hospital, esperando ver al Papa desde las ventanas del décimo piso. Si bien no hubo una aparición pública, el Santo Padre les envió su bendición, destacando en su mensaje la importancia del amor y la oración.
Este gesto de cercanía reafirma el mensaje que el Pontífice envió en el Ángelus del domingo: "Nada puede impedirnos amar y rezar".
Expectativa por su recuperación
Aunque el Vaticano redujo la frecuencia de los partes médicos, la comunidad internacional sigue atenta a su evolución. Desde el 6 de marzo, cuando se escuchó su voz en un mensaje transmitido en el rezo del Rosario, no había señales directas de su presencia.
Su participación en la misa dentro del hospital es vista como un símbolo de fortaleza y compromiso espiritual. Mientras su recuperación avanza, Francisco continúa siendo un faro de esperanza para la Iglesia y el mundo.
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