Cuando 9 de cada 10 alumnos es católico practicante, en la capilla se gana indulgencia plenaria, hay fetos enterrados en un memorial y cada día se celebran tres misas con participación plena, hablamos de una casa de altos estudios especial.
Muchas universidades en el mundo se definen como de formación católica o inspiración religiosa, pero parece difícil encontrar alguna más católica que la Universidad Franciscana de Steubenville (Franciscan University de Steubenville —FUS—), en Ohio, Estados Unidos, fundada por la Tercera Orden Regular de San Francisco (TOR) en 1946.
La casa de altos estudios, que actualmente celebra su 75° Año Jubilar, en 1971 llegó a tener 1.100 alumnos, pero en ese momento se conjuntaron varios factores por lo cual casi desaparecieron las clases de filosofía y teología y los alumnos pedían recibir visitas del otro sexo en sus habitaciones.
En 1950 se recibieron los primeros estudiantes de la Universidad Franciscana.
Dos años después solo seis alumnos y ocho miembros de la universidad acudieron a la misa inaugural de inicio de clases, por lo que al observar la situación que atravesaban se plantearon cerrar la casa de altos estudios o refundirla con centros estatales. Únicamente el padre Michael Scanlan se opuso y en 1974 fue nombrado titular de la entidad.
ESPÍRITU SANTO PRESENTE: EL CAMBIO
El padre Mike Scalan fue director de la entidad educativa de 1974 al 2000.
El sacerdote Scanlan era uno de los líderes de la Renovación Carismática Católica en Estados Unidos, movimiento espiritual que apenas contaba con siete años de historia, pero que ya se había extendido por todo el país.
Dedicó el primer semestre de 1974 a jugar con los equipos deportivos del centro, acudir a sus conciertos, obras de teatro, y participar en tantas fiestas estudiantiles como pudo.
"Formamos hombres y mujeres para servir a Dios y a los demás, para que puedan ser una presencia cristiana transformadora en el mundo", señalan desde la Universidad Franciscana en su portal digital.
Descubrió el profundo sentido de soledad y aislamiento de los jóvenes, reunidos en un campus residencial. Y su respuesta no fue ceder a la revolución sexual, sino desatar una "revolución fraternal".
El padre Michael decidió juntar dos elementos: las "asociaciones estudiantiles" y el sistema de comunidades de alianza de la Renovación Carismática, incluyendo sus células o grupos pequeños. Así creó los households, o "casas" de la universidad.
Primer Encuentro de la Juventud realizado por la universidad en 1976.
Con la nueva implementación se obligó a todos los alumnos a unirse en "casas", la cual debía tener un documento fundacional, firmado por sus miembros, con sus compromisos de oración conjunta y apoyo mutuo.
Había casas de chicos y casas de chicas, con entre 5 y 80 miembros. Si eran muchos, se subdividían en grupos menores, de cuatro a seis miembros.
Los miembros de una casa vivirían juntos en un mismo edificio del campus y rezarían al menos una vez por semana: podía ser oración con el rosario, adoración al Santísimo, o de cualquier otro tipo, aunque muchas casas asumieron la oración carismática.
La santa Madre Teresa de Calcuta fue condecorada en 1976 por el director de la Universidad Franciscana, padre Scalan.
Muchos, de forma adicional a la oración de grupo, se comprometían a participar en grupo a una misa semanal. Del mismo modo, se asignó asesor espiritual a cada casa (franciscanos o, por un tiempo, misioneros de la Renovación).
Capilla de Cristo Rey edificada en el campus de la universidad en 1969.
El sistema tardó un par de años en consolidarse, y en 1976 ya no era obligatorio afiliarse a una casa, pero éstas se habían instalado con tal fuerza que la mayoría de los estudiantes elegían una (o fundaban alguna) al llegar al campus y conocer el sistema.
Además, se hizo una elección de alumnos: se seleccionó a los a católicos espiritualmente comprometidos con la Iglesia. Mucho personal disgustado con la nueva orientación dejó la casa de estudios.
Campus de la Universidad Franciscana.
Pero empezaron a llegar alumnos católicos de toda Norteamérica y profesores convencidos, dispuestos a cobrar menos pero a participar de la fe. Y en los '80, la universidad se estabilizó con el modelo que mantiene hoy.
Actualmente se sigue seleccionando a los alumnos para mantener un 90 por ciento de católicos comprometidos, los que llegan de todo el país y el extranjero; además desde hace un tiempo algunas carreras de grado se pueden estudiar a distancia, de manera online.
La propuesta académica abarca más de 40 carreras: Contador Público, Bioinformática, Biología, Derecho Canónico, Catequesis y Evangelización, Química, Educación, Economía, Enfermería, Ingeniería, Cine, Comunicación Social, Cultura Católica, Derecho, Comercio Exterior, Filosofía, Administración de Empresa, Marketing, Ciencias Políticas, Psicología, Trabajo Social, Teología y Pastoral Juvenil, entre otras.
Asimismo, la universidad aclara —a través de su web— que, más allá de la formación intelectual, su prioridad "se centra en Jesucristo, que es la Verdad", para lo que desarrollan cursos teológicos, viajes misioneros y trabajos sociales, que "están animados por la búsqueda de una relación más profunda con Dios y el servicio a Él".
Dentro de la universidad hay una capilla de Adoración Eucarística de la que participan los alumnos y personal de la institución.
TRES MISAS DIARIAS
La FUS tiene hoy unos 2.400 alumnos, de ellos 350 están inscriptos como voluntarios estables para la liturgia, lo que permite mantener tres misas diarias siempre llenas, y una cuarta misa el domingo.
Además, se facilitan autobuses el domingo para participar de la Eucaristía por la forma extraordinaria del rito romano en la parroquia de la población de Steubenville, que tiene un altar adecuado para esa liturgia.
También se celebra una misa mensual en español en la capilla de la universidad, a la que acuden muchos miembros del "Club de Español".
“CASAS” DE FE
La clave de la universidad no está tanto en su selección del alumnado católico, sino en conseguir que éste se mantenga católico y entusiasta, creciendo en la fe. Se trata de un campus residencial, donde a menos que se tenga automóvil y viaje a Pittsburgh, las ocasiones de distracción son pocas.
El profesorado de las materias sensibles (casi todas) es ciento por ciento acorde con la enseñanza católica.
El padre Scanlan realizó su revolución de la fraternidad desde los alumnos, y son los households o "casas estudiantiles" la clave del éxito. Hasta la fecha, cualquier intento de adoptar este sistema en otros campus y universidades, incluso residenciales, fracasó.
Las "casas estudiantiles" se basan en la fe: son devocionales, y en su alianza escrita explican qué devoción o espiritualidad las alimenta.
Hay casi 50 casas distintas, la mitad de chicos y la otra mitad femeninas. Cada año, los nuevos alumnos tienen un mes para elegir a qué "casa estudiantil" pertenecer: algunas tienen un enfoque más misionero, otras el trabajo provida, más asistenciales o solidarias, más evangelizadoras.
El padre Dave Pivonka (izq.) desde 2019 es el director de la universidad.
Del mismo modo, suelen tener sus propias carismas o advocaciones: algunas son más marianas, otras carismáticas, franciscanas, o fomentan la liturgia tradicional.
Cuando un alumno nuevo llega a la universidad y se une a una casa, se lo considera un hermano, un miembro de la familia que debe ser amado y apoyado.
Este año una delegación de alumnos de la universidad participó de una audiencia general oficiada por el Papa Francisco.
Si la casa es muy grande, se le asigna un subgrupo pequeño dentro de ella, a veces de cuatro o cinco personas, en el que compartir tristezas, dudas, luchas. Rezan unos por otros: rinden cuentas entre ellos, entre iguales. La unión de juventud, fraternidad, espiritualidad cercana, comunidad entre iguales que se quieren y conocen por su nombre y conviven en el mismo edificio es poderosa, porque nadie se siente solo.
RETIROS ESPIRITUALES
Cada semestre se organiza un retiro espiritual fuera del campus, preparado por estudiantes, para crecer en el discipulado y la relación con Dios. De estilo carismático, está centrado en el discernimiento de las capacidades, dones y llamado que Dios da a cada participante.
INDULGENCIA PLENARIA
El campus cuenta con una pequeña capilla de piedra que recrea la Porciuncula, la capillita que construyó san Francisco de Asís con sus propias manos. Allí hay jóvenes en adoración eucarística casi todo el día, al menos dos por turno.
Por un decreto de la Penitenciaria Apostólica de la Santa Sede, hay cinco ocasiones en que cualquiera puede rezar en ella obteniendo indulgencia plenaria: el 2 de agosto (Nuestra Señora de los Ángeles de la Portiúncula); el 4 de octubre (san Francisco de Asís); el 22 de enero (dedicación de la tumba adyacente de los niños no nacidos); un día cualquier al año elegido por la persona o al acabar una "santa peregrinación" allí con un grupo.
MEMORIAL DE LOS NO NACIDOS
Cerca de la Porciúncula está la tumba del Niño no Nacido. Allí se enterró el 22 de enero de 1987 a dos bebés asesinados por un abortista. Se los llamó Francisco y Clara, y 500 personas participaron en su entierro.
Desde entonces se enterraron cinco bebés más y se añadió una llama eterna. Muchos alumnos y profesores rezan allí antes de participar de la Marcha por la Vida que se realiza anualmente en Washington.
Otros lugares para rezar al aire libre son una pequeña gruta que imita la de Lourdes, un belén de piedra de gran tamaño que recuerda el misterio de la Encarnación (como el belén que hizo san Francisco de Asís) y las estaciones de la Cruz para realizar el vía crucis.
Además, cada residencia estudiantil tiene su propia capilla con el Santísimo para la oración silenciosa.
Los interesados en saber más sobre la universidad o aplicar para estudiar en ella pueden ingresar al sitio:
Comments