Hace dos años comenzó un sueño en Luque con la donación de un terreno para la construcción del santuario filial de Schoenstatt. El domingo ese sueño dio un paso más con la presentación simbólica del pedido de autorización para erigir este lugar de gracia y peregrinación.
Unidos por el sueño, el santuario. (Fotografía: Facebook Schoenstatt Luque)
El anhelo de construir un santuario filial del Movimiento de Schoenstatt en Luque, comenzó hace dos años con la generosa donación de un terreno. Este lugar, que desde entonces es escenario de numerosas misas y actividades religiosas, se convirtió en un símbolo de esperanza y fe para la comunidad local. El 8 de septiembre, ese sueño avanzó un paso más con la entrega simbólica de una carta dirigida a la Mater, pidiendo su intercesión para obtener los permisos necesarios que permitan la construcción del santuario filial.
UNA COMUNIDAD UNIDA POR UN SUEÑO
El acto del domingo fue un testimonio del esfuerzo colectivo de toda la familia de Schoenstatt en Luque. Representantes de diversas ramas y apostolados del movimiento firmaron la carta, manifestando la voluntad unánime de la comunidad para ver este proyecto hecho realidad.
El padre Reginald Ibe, una figura central en este proceso, fue el encargado de presentar la carta en una ceremonia que comenzó con una misa de acción de gracias en la capilla Virgen de Fátima.
SCHOENSTATT EN AMÉRICA LATINA
El Movimiento de Schoenstatt, fundado en 1914 por el padre José Kentenich en Alemania, se expandió por todo el mundo, especialmente en América Latina. Con una fuerte presencia en Paraguay, este movimiento se caracteriza por su devoción a María, bajo la advocación de la Mater, y su enfoque en la santificación personal y familiar. Schoenstatt busca transformar a sus devotos a través de la autoeducación y la oración, y el santuario en Luque promete ser un lugar donde esta transformación espiritual pueda seguir desarrollándose.
UN LUGAR DE GRACIA Y PEREGRINACIÓN
La construcción de este santuario no es solo un anhelo local, sino un proyecto con impacto regional. Los miembros del movimiento ven este futuro santuario como un lugar de peregrinación y un espacio donde los fieles puedan experimentar la cercanía de Dios a través de María. Bajo el lema "Nada sin Ti, nada sin nosotros", la comunidad reafirma su compromiso de hacer realidad este sueño, con la esperanza de que el santuario se convierta en un símbolo de fe y unidad para las generaciones futuras.
LA ESPERANZA SIGUE VIVA
El acto del domingo reafirmó el compromiso de la familia de Schoenstatt con su sueño de tener un santuario en Luque. Con la fe como motor, la comunidad sigue avanzando con paso firme, convencida de que la Mater intercederá para que este proyecto se convierta en una realidad tangible. La construcción de este santuario es un signo de la profunda fe de la comunidad y su deseo de seguir fortaleciendo el movimiento en Paraguay y toda América Latina.
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