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Foto del escritorCanal Vida

El sacerdote que sobrevivió a la masacre en Nigeria recuerda la "tragedia de Pentecostés"

El padre Andrew Adeniyi Abayomi relata el horror de aquel día cuando un ataque terrorista durante la misa de Corpus Christi en la iglesia de San Francisco Javier dejó 41 muertos y decenas de heridos graves.
 

Imagen de la tragedia. La iglesia luego de la matanza en Pentecostés.


A un año de la masacre de la iglesia de San Francisco Javier en Owo, Nigeria, que conmocionó al mundo, el padre Andrew Adeniyi Abayomi, recuerda vívidamente cómo una celebración de fe se transformó en un escenario de terror y desolación. "Yo los protegía como una gallina a sus polluelos", recordó el vicario parroquial, en alusión a los feligreses que se refugiaron en la sacristía al oír las primeras detonaciones en la solemnidad de Pentecostés.

 
 
LA INCERTIDUMBRE DEL ATAQUE

El sacerdote relató que la cifra de atacantes es incierta: "Yo no los vi, pero algunos testigos presenciales dicen que eran cuatro, mientras que otros aseguran que, además de esos cuatro, había otros infiltrados entre nosotros en la iglesia." Una situación que da muestra de la estrategia de terror implementada por los autores de este atentado.


El padre Andrew presenció el fatídico momento de la masacre.


EN MEDIO DEL CAOS, LA PROTECCIÓN A LOS FIELES

"Yo intenté calmarlos, diciéndoles que no se preocuparan, que estaba rezando y que Dios haría algo", recordó el padre Andrew, quien buscó resguardar a los feligreses en la sacristía, en un intento por protegerlos de la barbarie que sucedía en el exterior.



LA VIOLENCIA EN NIGERIA

Este ataque es solo un ejemplo de la creciente ola de violencia que vive Nigeria, especialmente hacia la población cristiana. En un país con una profunda brecha religiosa entre el norte, predominantemente musulmán, y el sur, de mayoría cristiana, los ataques a iglesias y los enfrentamientos entre pastores fulani y campesinos cristianos son cada vez más frecuentes.

 
 
LA RESPUESTA DE LA IGLESIA LOCAL

A pesar del horror vivido, el religioso y la comunidad cristiana en Owo se mantienen resilientes, brindando apoyo espiritual y material a las víctimas y a sus familias. La Iglesia local buscó apoyo de otras parroquias, organizaciones no gubernamentales, y grupos musulmanes, con la Cruz Roja liderando el esfuerzo para ayudar a las víctimas.



FORTALECIMIENTO DE LA FE

A un año de la tragedia, el padre Andrew asegura que vio un fortalecimiento de la fe entre sus feligreses. "Están preparados y dispuestos a permanecer firmes". La iglesia, a pesar de todo, sigue celebrando misas en memoria de los que murieron y en apoyo de los que aún se recuperan, como un recordatorio de que, a pesar del terror y la violencia, la fe y la esperanza prevalecen.

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