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Foto del escritorCanal Vida

El Niño Jesús reúne a más 100 mil fieles en los Andes

Miles de personas festejaron un nuevo aniversario del reconocimiento de la fiesta ancestral del Señor de Qoyllur Rit’i como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La celebración, a 4.700 metros sobre el nivel del mar, junta a una multitud de fieles que transita lugares inhóspitos del Perú para venerar a Cristo.
 

Impactante. Miles de fieles alrededor de la iglesia del Señor de Qoyllur Rit’i participa de la Santa Misa oficiada a 4.700 metros sobre el nivel del mar.


Ataviados de trajes de colores, plumas, máscaras y sobre todo llenos de fe, miles de peruanos danzaron el último domingo de noviembre por las calles de Cusco (Perú) para celebrar el décimo primer aniversario del reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a la peregrinación religiosa más ancestral, el Señor de Qoyllur Rit’i, que estuvo suspendida dos años debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19.


Los miembros de las cofradías que honran a la advocaciones cristiana que en quechua significa “estrella de la nieve”, por estar situado al pie del nevado Qolqepunko (provincia cusqueña de Ocongate), bailaron durante más de 10 horas celebrando el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad otorgado a la romería que se lleva a cabo en mayo antes del Corpus Christi.

 
 
VENERADO EN LAS ALTURAS

La celebración reúne desde el siglo XVIII más de 100 mil fieles que escalan a 4.700 metros sobre el nivel del mar para venerar al Señor de Qoyllur Rit’i.


La festividad tiene participación de las ocho naciones cuzqueñas: “se les llamas naciones porque desde los incas se les denominó así a todo pueblo organizado, de esta manera, representan a los pueblos de Paucartambo, Quispicanchi, Canchis, Acomayo, Urubamba, Paruro, Tawantinsuyo y Anta”, afirmó Felipe Achahui (ex presidente de la Hermandad del Señor de Qoyllur Rit’i). Del mismo modo, aseguró que son más de 2000 comparsas constituidas por 100 personas, cada una que asiste a la solemnidad para bailar más de 560 danzas.


Festejos realizados el domingo 27 de noviembre por el décimo primer aniversario del reconocimiento del Señor de Qoyllur Rit’i como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.


Es difícil explicar esta mítica peregrinación donde miembros de multitud de comunidades se reúnen en un solo lugar, un viaje hasta una meta de complicado acceso, donde se expresa toda la devoción de los participantes.


Enraizado en una tradición de más de 200 años, el Qoyllur Rit’i fusiona la religiosidad católica con las costumbres centenarias andinas de rendir culto a los Apus.


La comparsa que sale de Cusco toma una semana en llegar al nevado.



Después de una larga caminata, está la justificación de todo este esfuerzo, en un santuario entre las montañas, con la piedra tumbal en la que se puede ver a Jesucristo crucificado, que según la fe cristiana ahí reposa un joven quechua que vio y se convirtió en amigo del niño Jesús.


Una vez en el nevado se organiza un festival en el que se puede apreciar una multitud de danzas que cada peregrino trajo de su pueblo de origen, representando personajes míticos de la cosmovisión andina.


También es posible participar en misas y ceremonias litúrgicas en honor al Cristo, en las que se puede maravillar con los vestidos y atuendos hechos de pieles y flores, buscando representar la fauna y flora de lugar.

Imagen del Señor de Qoyllur Rit’i venerada a 4.700 metros sobre el nivel del mar.


En el último día —de los cinco que dura la festividad— todos se reúnen en el santuario para participar de la Eucaristía y luego descender del nevado.


Después de esta experiencia espiritual profunda, los elegidos de cada comunidad vuelven con grandes pedazos de hielo a su lugar de origen, llevando con ellos el agua de los deshielos, medicina sagrada del Ausangate.


Más de 100 mil personas acampan en los Andes para honrar durante cinco días al Señor de Qoyllur Rit’i.


JESÚS ENTRE LOS FIELES

Según la creencia, el Niño Jesús, disfrazado de pastorcito, se le apareció a un niño indígena, Marianito Mayta, y ambos se convirtieron en amigos.


Cuando los padres los encontraron vestidos de ricos atavíos avisaron al párroco del lugar, Pedro de Landa, quien intentó capturarlo pero sin éxito, pues en el lugar del infante apareció una piedra con la imagen del Señor de Qoyllur Rit’i.



LA HERMANDAD

La Hermandad del Señor de Qoyllurrit’y es una organización sin fines de lucro que nació el 20 de junio de 1935.


Tiene por objeto organizar la fiesta del Señor de Qoyllur Rit’i, la llegada, estadía y participación de cada una de las naciones con sus correspondientes comparsas, así como de organizar el rol de misas, las procesiones, serenata, la fiesta y de administrar las limosnas.

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