En su recorrido pastoral por la parroquia San Agustín y Santa Mónica en Loma Pytã, el purpurado Adalberto Martínez hizo un llamado a la paz social. En su homilía destacó la importancia de una sociedad reconciliada, cimentada en los valores cristianos y el diálogo fraterno.
En medio de su recorrido pastoral, el cardenal Adalberto Martínez visitó la Parroquia San Agustín y Santa Mónica en Loma Pytã. La homilía que pronunció el 27 de agosto no dejó a nadie indiferente. "El Paraguay clama por una sociedad más fraterna, solidaria, justa y equitativa", indicó, resaltando la necesidad urgente de reconciliación en un país marcado por profundas divisiones sociales y políticas.
"Es urgente atender y cuidar a las familias más frágiles, vulnerables y necesitadas"
El purpurado, conocido por su enfoque pastoral cercano y directo, subrayó la importancia de reconocer las raíces comunes y trabajar hacia un futuro mejor. "Reconociéndonos hermanos, nacidos del tronco común de generaciones de héroes y heroínas que contribuyeron a levantar la patria de sufridas y dolorosas postraciones", afirmó.
SAN AGUSTÍN Y SANTA MÓNICA, EJEMPLOS DE FE Y PERSEVERANCIA
El arzobispo de Asunción vinculó su mensaje con las figuras de san Agustín y santa Mónica, cuyas vidas sirven como modelos de fe y perseverancia. "Santa Mónica, con lágrimas y oraciones, no solo engendró a san Agustín físicamente, sino espiritualmente, convirtiéndose en un ejemplo de la madre que guía y educa a su hijo en la fe", expresó.
Una multitud participó de la ceremonia religiosa.
La referencia a estas figuras no fue casual. El cardenal destacó cómo la dedicación de santa Mónica y la transformación de san Agustín ilustran que el camino hacia la santidad es posible para todos, independientemente de los errores del pasado. "Para san Agustín, la familia es el fundamento de la sociedad, y la paz doméstica se debe ordenar a la paz de la ciudad", recordó, invitando a las familias paraguayas a ser baluartes de fe y justicia.
DESAFÍOS SOCIALES Y EL ROL DE LA IGLESIA
El prelado también abordó los desafíos sociales que enfrenta Paraguay, haciendo un llamado a la acción tanto para el gobierno como para la Iglesia. "Es urgente atender y cuidar a las familias más frágiles, vulnerables y necesitadas", manifestó, instando a las autoridades a fortalecer las políticas públicas de protección social.
Uno de los puntos más impactantes de su alocución fue el énfasis en la problemática de las drogas, que calificó como una "nueva y antigua epidemia" que amenaza la salud pública. Insistió en la necesidad de un esfuerzo conjunto para combatir este flagelo, subrayando que "el gobierno central, los gobiernos departamentales y municipales deben reaccionar".
MISIÓN PASTORAL
La visita a Loma Pytã es parte de un recorrido más amplio que el cardenal está realizando en varias comunidades. Su misión es profundamente espiritual, buscando renovar la fe y fortalecer los lazos comunitarios en un país que enfrenta grandes desafíos.
La homilía del Cardenal resonó como un eco de esperanza, recordando a los feligreses que la paz y la justicia son posibles si todos trabajan juntos, guiados por los valores cristianos. "El auténtico diálogo social supone la capacidad de escuchar y respetar el punto de vista del otro", concluyó, en una reflexión que invita a la concordia y al compromiso con el bien común.
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