En la festividad del padre adoptivo de Jesús el arzobispo de Asunción les pidió a los fieles que sean instrumentos de evangelización en la sociedad.
"La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia", aseguró el cardenal Adalberto Martínez Flores en la celebración de la festividad de san José en Limpio. (Fotografía: Arzobispado de Asunción)
La festividad de san José es una fecha de gran importancia en la Iglesia Católica, y ayer, en el santuario ecológico de la parroquia San José de Limpio, se celebró una emotiva misa en su honor.
La Eucaristía estuvo presidida por el cardenal Adalberto Martínez Flores, quien en su homilía centrada en la liturgia de la Palabra del cuarto domingo de cuaresma, destacó la sencillez, humildad y total disponibilidad a la voluntad de Dios que caracterizan tanto al san José como al Papa Francisco. "En estos 10 años de pontificado, el Santo Padre, como san José, fue fiel custodio del mandato del Evangelio y del magisterio de la Iglesia”, expresó el arzobispo de Asunción.
SANTO SILENCIOSO
San José, esposo de la Virgen María y el padre adoptivo de Jesús, es considerado el patrono universal de la Iglesia Católica, y aunque la Biblia no cuenta mucho sobre su vida, se le describe como un hombre justo y humilde, que se dedicó a proteger y educar a Cristo.
Es modelo de padre y de esposo, y su ejemplo de servicio y fidelidad a Dios es fuente de inspiración para muchos creyentes.
Figura de san José en el santuario ecológico de Limpio.
TESTIGOS DEL AMOR
El purpurado en su alocución ante ciento de fieles congregados en el santuario destacó la importancia de vivir la vocación como custodio de Dios, como lo hizo san José, con atención constante, disponible a su proyecto y no al personal.
Además, llamó a los fieles a ser testigos del amor compasivo y misericordioso, cuidar de la familia, niños, mujeres, ancianos, de los más débiles y necesitados, y a discernir la voluntad de Dios. “La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia”, subrayó el purpurado.
Del mismo modo, pidió seguir el ejemplo de san José y a ser instrumentos eficaces al servicio del Reino en la sociedad. “Pidamos al Señor que nos conceda imitar a san José en sus gestos y actitudes”, indicó el pastor.
El oficio religioso, concelebrado por los sacerdotes Martín Ortiz y Miguel Ortiz, demostró la devoción y fe de los fieles en el santo “carpintero”.
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