El Burro que Cargó a Dios
- Canal Vida
- hace 1 día
- 3 Min. de lectura
El protagonista olvidado del Domingo de Ramos que llevó al Salvador al inicio de su pasión: No era un caballo de guerra. Era un burro. Y sobre él entró Jesús a la ciudad que lo mataría.

Cada Domingo de Ramos recordamos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Palmas, mantos, gritos de “¡Hosanna!”, niños corriendo y adultos agitando ramos. Pero hay un detalle que suele pasar desapercibido: entró montado en un burro. Y no fue un accidente. Fue una elección.

EL ANIMAL MÁS HUMILDE
En un mundo que valoraba la fuerza, el poder y la majestuosidad, el Mesías entra montado sobre lo que usaban los pobres, los campesinos, los que no tenían voz.
Jesús podría haber pedido un caballo blanco, como los reyes de la antigüedad. Podría haber entrado como un conquistador. Pero eligió el animal de carga. El de trabajo. El que no corre. El que soporta.

EL CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA
El profeta Zacarías lo había anunciado siglos antes:
"Mira a tu rey que viene a ti, justo y victorioso, humilde y montado en un burro" (Zac 9,9).
Cuando Jesús elige ese burro, está cumpliendo la Escritura, pero también está gritando un mensaje: “Yo soy Rey. Pero no como ustedes imaginan”. No vengo con espadas. Vengo con heridas. No vengo a vencer imperios. Vengo a vencer la muerte.

EL ANIMAL QUE LLEVÓ AL REDENTOR AL ALTAR DEL SACRIFÍCIO
Ese burro no sabía a quién cargaba. Pero su lomo fue el primer altar. Sobre él se inició la pasión. Y mientras todos gritaban, ese animal caminaba firme, humilde, silencioso.
Fue el único que sirvió a Jesús sin pedirle milagros, sin buscar un favor, sin gritar. Solo lo llevó. Hasta el final.
DOMINGO DE RAMONS: LA ENTRADA A LA SEMANA DECISIVA
Ese burro nos recuerda que la gloria de Dios está en lo pequeño, en lo que el mundo desprecia.
Y que el Domingo de Ramos no es un carnaval litúrgico, sino la puerta de la Semana Santa, donde se decide el destino de la humanidad.
Porque el que entra aclamado, será crucificado cinco días después. Y el que grita “¡Hosanna!” podría gritar luego “¡Crucifícalo!”
PREPARARSE PARA VIVIR LA SEMANA SANTA

No se trata solo de palmas y misas. Semana Santa no es solo tradición. Es combate. Es conversión.
✅ Acá algunas claves para vivirla con el corazón despierto:
🙏 Entrá en silencio al Jueves Santo: acompañá a Jesús en el huerto. No vayas como espectador. Imitá al burro: cargá a Cristo con tu oración.
✖️ Ayuná de tu orgullo el Viernes Santo: dejá que tu cruz se una a la de Él. No te bajes.
🌈 Esperá el Sábado en fe: aunque todo parezca perdido, Dios está preparando el milagro.
🎉 Resucitá con Cristo el Domingo: pero no dejes a Jesús solo entre las palmas. Seguilo hasta la tumba.

EL BURRO NOS EVANGELIZA
En un mundo que idolatra la fama, el dinero y el brillo, ese animal silencioso nos predica la verdad más honda: La gloria de Dios se manifiesta en lo que el mundo desprecia.
Y ese burro, sin nombre, sin honores, sin trono... llevó sobre su lomo al Rey de Reyes. Nosotros, que a veces no sabemos qué hacer para servir a Dios, tenemos un modelo:
“No brilles. No grites. No exijas. Solo llevá a Cristo donde nadie quiere que llegue”.
ESTA SEMANA, APRENDAMOS DEL BURRO
Callado, fiel, sencillo. Nada más. Y nada menos. Porque el mundo necesita menos protagonistas... y más burros que carguen a Dios hasta los corazones rotos.