Paraguay alberga una reliquia extraordinaria y sagrada: el Lignum Crucis, un fragmento de la cruz donde Jesucristo fue crucificado. Esta reliquia, custodiada en el museo "Juan Sinforiano Bogarín" en Asunción, conecta directamente con la historia y devoción cristiana global.
En la celebración de la Exaltación de la Santa Cruz, el Lignum Crucis que custodia el Paraguay revive la fe.
Cada 3 de mayo, la nación se sumerge en la conmemoración de Kurusu Jegua, la Exaltación de la Santa Cruz, un evento que no solo realza la devoción cristiana sino también celebra una reliquia de inestimable valor espiritual y cultural: el Lignum Crucis. Esta festividad, que en el mundo se celebra el 14 de septiembre, conmemora el hallazgo por santa Elena de la cruz, y simboliza la redención y la esperanza para muchos fieles, conectando la fe local con una tradición que se remonta a los primeros días del cristianismo.
Orígenes del Lignum Crucis: Una historia de milagros y peregrinaciones
El Lignum Crucis o "madera de la cruz" refiere a cualquier fragmento en la que Jesucristo fue crucificado. Según registros históricos, santa Elena, madre del emperador Constantino, descubrió la cruz verdadera en el siglo IV durante una peregrinación a Jerusalén. A través de una serie de milagros, identificó la cruz de Cristo entre tres posibles, iniciando así su veneración.
Estas reliquias fueron posteriormente distribuidas por todo el mundo cristiano, llegando a ser símbolos de devoción en numerosos santuarios y catedrales.
Reliquia de la "astilla de la cruz" en la que estuvo crucificado Jesús, la cual se encuentra en el museo de la capital del Paraguay.
La llegada del Lignum Crucis a Paraguay
La reliquia de la cruz llegó a Paraguay en 1556, traída por el obispo Pedro Fernández de la Torre, siendo un regalo de Paulo IV a la nueva diócesis del Río de la Plata. Según el padre Hugo Fernández, director del Museo "Juan Sinforiano Bogarín", "son dos astillas de la verdadera Cruz de Cristo que fueron celosamente cuidadas desde entonces".
Originalmente resguardadas en la Iglesia de la Encarnación, estas reliquias fueron trasladadas a la catedral de Asunción a finales del siglo XIX, donde permanecieron ocultas hasta su redescubrimiento y posterior traslado al museo.
Altar barroco adornado con figuras de santos en el museo "Juan Sinforiano Bogarín". Este conjunto resalta la riqueza artística y la profundidad espiritual de la herencia religiosa de Paraguay.
Dispersión y veneración global del Lignum Crucis
La práctica de venerar las reliquias del Lignum Crucis no es exclusiva de Paraguay. Desde la basílica de la Santa Cruz en Jerusalén (Roma, Italia) hasta la catedral de Notre Dame (París, Francia) y más allá, fragmentos de la cruz se encuentran en varios países, incluidos México, Estados Unidos y España, cada uno con su propia historia de llegada y significado espiritual.
Vista del Museo "Juan Sinforiano Bogarín", donde se exhiben diversas representaciones de la Crucifixión de Cristo. Cada pieza refleja un estilo único, capturando la esencia del sacrificio y la devoción.
Autenticidad y controversia
La autenticidad de las reliquias del Lignum Crucis fue objeto de debate a lo largo de los siglos. Aunque es difícil verificar cada fragmento, la Iglesia realizó esfuerzos para confirmar su origen.
En Paraguay, a pesar de la pérdida de documentos durante la Guerra de la Triple Alianza, registros históricos antiguos y el testimonio continuo de la comunidad eclesiástica apoyan la autenticidad de las reliquias custodiadas.
Otras reliquias de primer grado de Jesús
Además del Lignum Crucis, existen otras reliquias de primer grado que se relacionan directamente con Jesucristo, como la Sábana Santa de Turín y la Corona de Espinas, custodiada en la Catedral de Notre Dame. Estas reliquias, al igual que los fragmentos de la cruz, son veneradas por su conexión directa con los eventos de la Pasión de Cristo.
Una colección de arte sacro que incluye vestimentas y mobiliario eclesiástico en el Museo "Juan Sinforiano Bogarín". Cada objeto cuenta una parte de la historia cultural y religiosa de la región.
La devoción contemporánea y el papel del museo
Hoy en día, la veneración del Lignum Crucis en el museo "Juan Sinforiano Bogarín" sigue siendo un componente vital de la fe cristiana en Paraguay.
El museo no solo ofrece un espacio para la contemplación y la oración, sino que también sirve como un centro educativo y cultural, proporcionando a los visitantes una profunda inmersión en la rica historia religiosa del país. Es administrado por la comunidad jesuita y se convirtió en una de las principales atracciones turísticas y espirituales de Asunción.
Ubicado en Comuneros y Yegros, frente a la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción", el museo puede ser visitado de jueves a domingos de 11 a 18.
La presencia del Lignum Crucis en Paraguay no es solo una cuestión de fe, sino también de identidad cultural y patrimonio. A través de esta astilla de la cruz original, Paraguay se enlaza con una tradición global, ofreciendo un testimonio tangible de la historia sagrada que continúa inspirando y fortaleciendo la devoción en el corazón de Sudamérica.
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