En la solemnidad de la Santísima Trinidad el Papa indicó que esta conmemoración enseña que debemos darnos a los demás.
“La Trinidad nos enseña que no se puede estar nunca sin el otro. No somos islas, estamos en el mundo para vivir a imagen de Dios: abiertos, necesitados de los demás y necesitados de ayudar a los demás”, destacó Francisco en su alocución antes del Ángelus del domingo 12 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, ante los fieles que se dieron cita en la plaza de San Pedro.
Al comentar el Evangelio según San Juan (Jn. 16, 12-15), que la liturgia propone para esta Solemnidad, el Santo Padre señaló que “Jesús nos presenta a las otras dos Personas divinas: Padre y Espíritu Santo”. “Del Espíritu dice: «No hablará de sí mismo, sino que recibirá de lo mío y se los comunicará a ustedes». Y luego, respecto al Padre, dice: «Todo lo que tiene el Padre es mío»”, indicó, al tiempo que explicó que “el Espíritu habla, pero no de sí mismo, anuncia a Jesús y revela al Padre; y vemos que el Padre le da al Hijo todo lo que posee, no se queda con nada para sí mismo y se dona enteramente al Hijo”.
“Dios, en quién cada Persona vive para la otra, no para sí misma, nos estimula a vivir con los demás y para los demás.”
HABLAR Y HACER
Después de rezar la oración del Ángelus, el Santo Padre pidió disculpas a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur por haber postergado su viaje apostólico. (Fotografía: Vatican Media)
El ser humano pretende que se habla siempre bien de él, lo cual expone una diferencia sustancial con el Espíritu Santo que “habla anunciando a los otros”, afirmó el vicario de Cristo; al tiempo que señaló que “nos cuesta compartirnos con los demás, incluso con los que carecen de lo necesario”, y expresó que es fácil darse de palabra, “luego en la práctica es muy difícil”.
Por ello, celebrar la Santísima Trinidad, subrayó el Papa, no es solo un ejercicio teológico, sino una revolución de nuestra manera de vivir.
“Dios, en quién cada Persona vive para la otra, no para sí misma, nos estimula a vivir con los demás y para los demás”, manifestó.
HECHOS ANTES QUE PALABRAS
Al Dios trino y uno, indicó el Santo Padre, hay que mostrarlo con los hechos antes que con las palabras. “Dios, que es el autor de la vida, se transmite menos a través de los libros y más a través del testimonio de vida. Él, que como escribe el evangelista Juan, «es amor», se revela a través del amor”, subrayó.
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