Francisco tendría que operarse, pero eso no estaría en sus planes.
La imagen del Papa en silla de ruedas recorrió el mundo y encendió las alarmas, los transcendidos comenzaron a recorrer los pasillos del Vaticano y se plasmaron en webs, diarios, redes sociales y fueron los editoriales de muchos periodistas en radios y podcast; las elucubraciones fueron desde problemas renales hasta de cadera… pero, qué le pasa al vicario de Cristo.
Días más atrás el Pontífice había manifestado a un grupo de peregrinos eslovacos la “humillación” que le provocaba el fuerte dolor que padece: “esta pierna no está bien, no funciona, y el médico me ha dicho que no camine. Me gusta ir…, ¡pero esta vez debo obedecer al médico! Por eso les voy a pedir que hagan el sacrificio de subir las escaleras, y me despido de ustedes desde aquí. Es una humillación, pero la ofrezco por su país”.
En un encuentro con farmacéuticos, el 2 de mayo, el Papa también se sinceró: “esta audiencia debía ser en el Palacio Apostólico, pero debido a mi rodilla es aquí, en Santa Marta”.
En el encuentro que mantuvo hoy con la Guardia Suiza, se movilizó en silla de ruedas.
POCO PROBABLE
Al Obispo de Roma no se lo ve bien, le cuesta moverse, en dos oportunidades canceló su agenda diaria, por qué: padece de gonalgia en la pierna derecha, concretamente en la rodilla. La solución es una intervención quirúrgica, pero eso implica meses de rehabilitación y no parece que la personalidad de Jorge Bergoglio, lejana a la pasividad, se preste para eso.
Una operación, por otra parte, podría suponer la necesidad de implantes de prótesis: tanto en las articulaciones como en la rodilla. Y la cancelación de viajes (para este 2022 están previstos, en junio y julio, viajes del Papa a Líbano, Congo y Sudán del Sur; y más adelante Canadá y Kazajastan).
Síntoma de la gonalgia.
ARTICULACIONES GASTADAS
Un gonalgia, es una enfermedad por desgaste que aparece cuando el cartílago de la rodilla se deteriora con el uso y la edad. Suele estar relacionada también con la artrosis.
El síntoma se manifiesta por medio de un dolor agudo que afecta la rodilla del Papa y en ocasiones incluso toda la pierna derecha, hasta la cadera.
Por el momento el Santo Padre está en tratamiento, en el cual le inyectan la rodilla y debe tomar diez días de reposo. Por lo que se observa, la primera parte la cumple, pero el reposo —teniendo en cuenta su agenda— por el momento no lo cumple.
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