Francisco se reunió durante dos jornadas con cardenales, patriarcas orientales y superiores de la secretaría de Estado, para abordar distintos temas de la nueva constitución apostólica “Praedicate Evangelium”: el papel de los laicos, transparencia financiera, sinodalidad, organigramas curiales, labor misionera y anuncio del Evangelio en la actualidad.
El Papa Francisco, luego de las creaciones cardenalicias del sábado 27 de agosto, ingresó el lunes junto con alrededor de 180 purpurados en el consistorio privado en el que reflexionaron sobre la reforma de la Curia Romana bajo la nueva constitución apostólica “Praedicate Evangelium” que renueva y reordena todo el aparato administrativo de la Santa Sede. La actividad concluyó hoy a las 17.30 (hora de Roma) con una celebración eucarística en la basílica San Pedro.
De las jornadas también participaron patriarcas orientales y superiores de la secretaría de Estado, que se dividieron en grupos lingüísticos para reflexionar, siguiendo una "pista" prevista en las últimas semanas, sobre los nuevos elementos pero también los "desafíos" que la Praedicate Evangelium introduce para la Curia Romana y, al mismo tiempo, para la Iglesia universal. Entre ellos: el papel de los laicos, la transparencia financiera, la sinodalidad, la organización de los organigramas curiales, la labor misionera y el anuncio del Evangelio en la actualidad.
TRABAJO CONJUNTO A PESAR DE LA DISTANCIA
El intercambio entre cardenales "curiales" y pastores de lugares distantes del mundo, que pudieron conocerse -algunos por primera vez- y compartir los resultados de los grupos de trabajo en la tarde de ayer, fue la fuente de mayor "enriquecimiento". "El tono y la experiencia son los de una reunión fraternal, reconocemos que trabajamos juntos aunque estemos separados por kilómetros", indicó el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y agregó que "la novedad es poner sobre la mesa cosas que no son nuevas pero que representan retos y dificultades, por ejemplo la transparencia financiera”.
PROFUNDIZACIÓN
Los encuentros sirvieron también para que los cardenales que actualmente componen el Colegio Cardenalicio, algunos de los cuales proceden de las periferias del mundo y de realidades lejanas, profundicen en su conocimiento.
La visión universal que siempre caracterizó las elecciones del Papa Francisco para el Colegio, con la representación de países que nunca en su historia habían visto a un cardenal (de Tonga a Brunéi, de Mongolia a Haití, de Bangladesh a Laos a Lesoto), hizo que el Colegio esté formado por miembros distantes tanto por su bagaje cultural y su sensibilidad pastoral, como por posiciones geográficas que dificultan que se frecuenten regularmente o que asistan a las reuniones en Roma.
LAICADO
Uno de los temas principales fue el de los laicos en funciones de liderazgo. Como se recordará, el punto 10 de la Praedicate Evangelium - documento publicado el 19 de marzo y en vigor desde el 5 de junio - dice: "Todo cristiano, en virtud del bautismo, es un discípulo-misionero en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús. Esto no puede pasarse por alto en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe incluir la participación de los laicos, también en funciones de gobierno y responsabilidad".
Ya durante la rueda de prensa de presentación de la Constitución, el 21 de marzo, algunos oradores, entre ellos el recién nombrado cardenal Gianfranco Ghirlanda, abordaron la cuestión subrayando que "hay Dicasterios en los que es conveniente tener laicos al frente".
Un ejemplo es el Dicasterio de Laicos, Familia y Vida, que, según el canonista, abarca áreas que los laicos "viven" y sobre las que "tienen experiencia". "No hay ninguna preclusión establecida", afirmó Ghirlanda. Al mismo tiempo, añadió, en el caso de los Tribunales, "la Constitución no deroga el Código de Derecho Canónico que estipula que en los asuntos que conciernen a los clérigos son éstos los que juzgan... La Iglesia sigue teniendo una jerarquía. No elimina la función de un sacerdote o de un obispo, depende de las diferentes situaciones”.
AÑO JUBILAR
Al final de las reuniones monseñor Rino Fisichella presentó el Jubileo de 2025 dedicado a la esperanza que tendrá como lema “Peregrinos de la esperanza”. Cabe indicar que 2024 será “un año dedicado a la oración” para crear un contexto favorable al Jubileo y permitir a los peregrinos prepararse para este acontecimiento que es, ante todo, “espiritual”.
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