El predecesor de Francisco permanece delicado de salud. Desde la Santa Sede informaron que paso una buena noche y está lúcido.
El papa emérito Benedicto XVI (95) está lúcido, consciente y estable, pero su estado sigue delicado un día después de que funcionarios revelaran que su salud se deterioró recientemente.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, informó que Francisco pidió oraciones “para acompañarlo en estas horas difíciles”.
El Santo Padre reveló ayer que Joseph Ratzinger está “muy enfermo” y fue a verlo a su casa en los Jardines del Vaticano.
Ante estos acontecimientos la diócesis de Roma programó para el viernes una Santa Misa por la salud de Benedicto XVI en la basílica San Juan de Letrán.
IMPACTO MUNDIAL
La noticia del agravamiento de las condiciones de salud del papa emérito dio la vuelta al mundo después de que ayer, al momento de los saludos a los fieles durante la audiencia general, Francisco pidió una “oración especial” por Ratzinger para que “el Señor lo consuele, y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”.
Inmediatamente conferencias episcopales, cardenales y entidades eclesiales manifestaron su comunión de oración con Jorge Bergoglio por la salud de su predecesor.
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