Personas graves y otras en la morgue sin identificar son las secuelas del ataque que sufrieron católicos en una iglesia el domingo de Pentecostés. El Papa Francisco mostró su cercanía con las víctimas y reza "por la conversión" de los violentos.
Postal del horror. (Fotografía: AP)
Dos bebés se encuentran entre alrededor de 50 fieles muertos en un ataque a una iglesia en el suroeste de Nigeria que conmocionó al mundo el domingo 5 de junio.
Los muertos fueron trasladados a la morgue mientras que unos 50 heridos siguen siendo atendidos en el hospital tras el ataque al templo católica San Francisco en Owo (estado de Ondo).
Se desconoce el número exacto de víctimas mortales, ya que algunos de los fallecidos fueron trasladados por sus familiares para ser enterrados de forma privada, dijeron los residentes.
"Sólo le estoy dando los que están en la morgue del hospital, no los que están en la iglesia y que fueron llevados a casa para ser enterrados. No tengo ese registro", dijo Olanrewaju, de los servicios de ayuda de emergencia.
ASESINADOS EN EL TEMPLO
El norte de Nigeria lleva más de 13 años luchando contra la insurgencia islámica. (Fotografìa: AP)
La iglesia San Francisco se transformó, el domingo de Pentecostés, en un escenario terrorífico cuando atacantes ingresaron armados y abrieron fuego contra los feligreses asesinando alrededor de 50 personas entre niños, adultos y bebés.
El obispo Jude Arogundade, de la diócesis de Ondo, afirmó que había hombres armados dentro y fuera de la iglesia que mataron a personas que intentaban escapar.
"Vi muchos cadáveres, tanto de jóvenes como de ancianos, incluso de niños", indicó Steven Omotayo, que vive cerca de la iglesia y acudió al lugar de los hechos al oír los disparos.
El vecino señaló que los criminales “si veían a alguien intentando escapar o levantarse, simplemente le disparaban".
Los trabajadores del hospital atendieron a decenas de heridos tras el ataque. La Asociación Médica de Nigeria en el estado de Ondo ordenó a todos los médicos disponibles que se dirigieran a los hospitales para ofrecer cualquier tipo de ayuda a las decenas de heridos.
"Atendí a muchas víctimas, pero lo que vi ayer (domingo 5) fue mucho más allá de lo que vi antes en mi vida y en la práctica", afirmó un médico.
EL PAPA AL LADO DE LA VÍCTIMAS
Francisco rezó por las víctimas de la matanza en Nigeria. (Fotografía: AP)
Un ataque "horrible", por el que el Papa se mostró "profundamente entristecido". Son las primeras palabras del telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, con el que Francisco se dirigió a monseñor Jude Ayodeji Arogundade, obispo de Ondo.
El Santo Padre manifestó su "cercanía espiritual a todos los afectados por este indecible acto de violencia", y "encomienda las almas de los muertos a la misericordia de Dios" e "implora la curación y el consuelo divino sobre los heridos y los que lloran".
En otro párrafo indicó que reza "por la conversión de los que están cegados por el odio y la violencia, para que elijan el camino de la paz y la justicia".
HISTORIA DE VIOLENCIA
Nigeria, el país más poblado de África con 206 millones de habitantes, lleva más de una década luchando contra la insurgencia en el noreste del país a manos de los rebeldes extremistas islámicos de Boko Haram y su rama, la Provincia de África Occidental del Estado Islámico.
El país se enfrenta ahora a crecientes problemas de inseguridad, ya que los separatistas y los piratas se atribuyen los ataques en el sur del país, mientras que los grupos armados lanzan con frecuencia ataques mortales en el noroeste.
Antes del ataque a la iglesia, Ondo había sido considerado uno de los estados más pacíficos de Nigeria. Pero ahora Owo, una pequeña ciudad de comerciantes y trabajadores situada a 50 kilómetros de la capital del estado, Akure, se tambalea por la violencia del ataque a la iglesia.
El miedo se apoderó de la ciudad al punto que las escuelas y los lugares de reunión pública hoy permanecieron cerrados y muchos residentes se quedaron en su casa.
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