El sacerdote, que enfrentó barreras raciales en su formación y ministerio, es ahora reconocido por sus virtudes y está en proceso de beatificación.
La perseverancia y la fe iluminan el camino hacia la santidad.
Augustine Tolton, nacido en 1854 en una granja de Missouri como hijo de dos esclavos católicos, manifestó desde temprano un profundo interés en el sacerdocio.
A pesar de las barreras raciales y de ser rechazado por seminarios estadounidenses, su pasión y vocación lo llevaron a Roma (Italia), donde el color de su piel no fue un impedimento para su formación.
SORPRESA EN LA CIUDAD ETERNA
Durante sus seis años de estudio en Roma, Tolton tenía la esperanza de ser enviado a África después de su ordenación. Sin embargo, en 1886, el cardenal Simeoni le reveló que sería enviado de regreso a Estados Unidos.
A pesar de sus reticencias debido a las experiencias previas de discriminación, aceptó el desafío con valentía y devoción.
Augustine Tolton, pionero de la fe y la igualdad: el primer sacerdote negro de Estados Unidos que, contra todo pronóstico, trascendió barreras raciales y sociales en su misión divina.
DE REGRESO EN CASA
El 11 de julio, el padre Tolton celebró en Nueva York la primera misa por un sacerdote negro en Estados Unidos, con su madre presente después de seis años sin verse. Posteriormente, en Illinois, su carisma y habilidad oratoria atrajeron a numerosos feligreses, independientemente de su raza.
DIFICULTADES Y APOYO
Aunque amado por muchos, Tolton enfrentó adversidades, en particular del padre Michael Weiss, quien vio amenazados sus intereses económicos por la popularidad del padre Tolton.
Sin embargo, encontró apoyo en figuras como santa Katherine Drexler, quien dedicó su fortuna al apostolado entre comunidades marginadas.
UN LEGADO DE VIRTUD
A pesar de su temprana muerte a los 43 años de edad en 1897, el impacto de Tolton perduró. Su funeral atrajo a multitudes en Quincy, y su vida de virtud fue reconocida muchos años después.
En 2011, se inició su proceso de beatificación y, en 2012, fue reconocido como Siervo de Dios. Actualmente, un milagro atribuido a su intercesión está siendo investigado.
Con una vida llena de desafíos y adversidades, Augustine Tolton se destaca como un testimonio de fe, perseverancia y amor al prójimo. Su historia, ahora en camino a los altares, inspira a generaciones a romper barreras y seguir un camino de devoción y servicio.
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