Ante la crítica situación socioeconómica que vive Argentina, los obispos pidieron unión para superar las circunstancias y dejar los egoísmos de lado en pos del bien común.
Argentina atraviesa de una de las crisis más cruentas desde el regreso de la democracia en 1983, con una pobreza que alcanza el 50 por ciento, un salario pulverizado por la inflación interanual del 62,9 por ciento y una devaluación encubierta. En este contexto la Conferencia Episcopal le pidió a los dirigentes políticos y empresarios que estén “dispuestos a ceder en sus intereses” en pos del bien común de los habitantes del país.
Las declaraciones vertidas a través de un comunicado en el marco que la celebración de la fiesta de san Cayetano (7 de agosto), patrono del pan y el trabajo en Argentina, se centran en el pedido de unidad y solidaridad de los ciudadanos del país para poder enfrentar la situación que se vive.
Del modo, hacen hincapié en que en vez de planes sociales para ayudar a las personas, se generen puestos de empleos genuinos para que “tengan derecho a vivir dignamente del fruto de sus esfuerzos cotidianos y a desplegar sus potencialidades y talentos para aportar al crecimiento de nuestra Patria”.
Comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina.
“LA INFLACIÓN GENERA MISERIA”
Los prelados le pidieron a san Cayetano que ayude a cada argentino a poder tener “el pan da cada día” en la mesa familiar, ya que últimamente se hace difícil poder adquirir la canasta básica alimentaria “a causa de la inflación asfixiante que padecemos y que genera miseria”.
Asimismo, destacaron que dada la situación que se atraviesa en el país cada vez más personas se acercan a Cáritas o a los comedores sociales de las parroquias o asociaciones vinculadas con la Iglesia, lo que significa que se destruye la dignidad de la persona y la familia que no pueden completar sus necesidades básicas.
“En una sociedad agrietada y enfrentada donde no acabamos de entender que ‘nadie se salva solo’, en la que la verdadera brecha se agiganta cada vez más en relación a los últimos, cuánto bien nos haría dialogar y compartir el pan de las ideas y de las prácticas que construyan una fraternidad política, para pensar prioritariamente en quienes más sufren esta crisis y para buscar soluciones honestas y realistas que prescindan del uso clientelar de la necesidad de la gente”, señalaron los pastores, y subrayaron: “se necesita más que nunca en los políticos un ejercicio de la responsabilidad que vaya más allá de los propios intereses”.
Por último, los obispos le pidieron a los argentinos “a unirnos en oración por nuestra Patria, para que seamos capaces de responder con responsabilidad a las exigencias de este momento difícil”.
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