"Cualquier cosa que amemos son nada comparadas con amar al Señor", asegura el padre Rafael de Tomás Ferrer en su reflexión del Evangelio de hoy (Mt. 22, 34-40). "En Jesús aprendemos el amor hasta el extremo", señala.
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?».
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
Él le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».
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