El Pontífice permanece hospitalizado y le modificaron el tratamiento.
Francisco continúa internado en el Policlínico Agostino Gemelli (Roma) debido a una infección respiratoria que no cede. Según el último parte médico del Vaticano, se le modificó la terapia para afrontar un cuadro clínico "complejo", lo que prolongará su estadía en el hospital.
Cambios en el tratamiento y sin fecha de alta
A pesar de que el Santo Padre pasó una noche tranquila y pudo desayunar, las pruebas médicas realizadas en los últimos días revelaron una infección polimicrobiana en su sistema respiratorio. Por esta razón, los médicos decidieron ajustar su tratamiento. "Las terapias continúan naturalmente", explicó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, quien también aclaró que aún no hay previsión sobre su alta.
Por indicación médica, Francisco debe permanecer en "absoluto reposo", lo que lo llevó a cancelar su tradicional rezo del Ángelus dominical. No obstante, sigue atento a su agenda y en contacto con distintas comunidades.
El Papa no deja de lado su misión
A pesar de su estado de salud, Francisco no dejó de comunicarse con la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, como lo hace habitualmente. En dos oportunidades, logró realizar una videollamada con el párroco y los refugiados que allí se encuentran. "Nos preguntó cómo estábamos, cómo estaba la situación y nos envió su bendición", relató el sacerdote Gabriel Romanelli.
El Obispo de Roma también envió un mensaje de texto expresando su agradecimiento por las oraciones de quienes rezan por su recuperación.
Expectativa y preocupación en el Vaticano
El delicado estado de salud del Papa reaviva las especulaciones sobre su futuro. A sus 87 años y con una agenda intensa, su internación genera interrogantes sobre la continuidad de su pontificado. Por ahora, Francisco sigue en recuperación, pero su fragilidad vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre una posible renuncia.
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