En consonancia con la encíclica Laudato Si', que insta a proteger nuestra "casa común", la Semana Social Paraguaya convocó a la sociedad a reflexionar sobre el agua como bien vital. Durante tres días, líderes religiosos y sociales se reunieron en Asunción para abordar los desafíos que enfrenta el país en la gestión y protección de un recurso cada vez más amenazado.
La Semana Social Paraguaya contó en su apertura con el cardenal Adalberto Martínez. (Fotografía: Facebook/Pastoral Social Nacional Cáritas Paraguay)
Francisco, en su encíclica Laudato Si’ (2015), lanzó un llamado urgente para la protección del medioambiente, subrayando que “nuestra casa común” está en peligro. El agua, uno de los recursos más preciados del planeta, se enfrenta a una creciente crisis debido a su sobreexplotación, contaminación y mal manejo. Esta idea fue el eje central de la Semana Social Paraguaya 2024, que se celebró del 17 al 19 de septiembre en el Seminario Metropolitano de Asunción.
Organizado por la Pastoral Social Nacional y el Centro de Ética Social Monseñor Bogarín, este evento reunió a diversos actores sociales, religiosos y científicos para analizar la situación del agua en Paraguay y plantear soluciones urgentes. La conferencia inaugural estuvo a cargo del cardenal Adalberto Martínez Flores, quien destacó el impacto del cambio climático y la necesidad de repensar el uso de este recurso vital, vinculando estos desafíos con la enseñanza del Papa en la encíclica.
Disertación del arzobispo de Asunción Adalberto Martínez en el inicio del evento. (Fotografía: Facebook/Pastoral Social Nacional Cáritas Paraguay)
Los Desafíos del Agua
La primera jornada, titulada “Los desafíos ambientales y sociales respecto al Derecho al Agua en Paraguay”, contó con la participación del cardenal Martínez, monseñor Juan Bautista Gavilán y Gerardo Gómez, quienes en sus alocuciones enfatizaron que el acceso al agua no es solo una cuestión técnica o política, sino un derecho humano fundamental. Se debatió la situación crítica de los grandes ríos del país, que se están reduciendo a niveles históricos debido al mal manejo de los recursos hídricos y las prácticas productivas insostenibles.
El purpurado fue enfático en su discurso: “No podemos seguir desoyendo el gemido de la hermana tierra. Nuestro estilo de vida es la principal causa de la destrucción de nuestra casa común”. Señaló además que las comunidades más vulnerables, especialmente en el Chaco, sufren la escasez de agua potable, siendo un reflejo de la injusticia social que el país debe resolver.
Políticas Públicas
Al día siguiente de la apertura de la actividad, la jornada se centró en la “Situación de las Políticas Públicas referentes al Agua: marco institucional y de políticas”. Los ponentes discutieron cómo la falta de una regulación efectiva permitió el uso discrecional de los recursos hídricos en Paraguay. La licenciada Flavia Fiore y la dra. Cristina Muñoz, expertas en la gestión de cuencas y la regulación del agua, resaltaron la necesidad urgente de implementar una normativa más estricta que garantice no solo el acceso al agua, sino también su uso sostenible y equitativo.
El documento de trabajo presentado durante esta jornada, elaborado por Claudia Zapattini, expuso los graves problemas de la gestión comunitaria en Paraguay, donde el 50% de los prestadores no realiza cloración, poniendo en riesgo la salud pública. Además, se subrayó que solo el 64% de la población tiene acceso a agua de calidad, con una notable brecha entre zonas urbanas y rurales.
Contaminación y Salud
El tercer día de la Semana Social fue testigo de un profundo análisis sobre los efectos de la contaminación del aire, el agua y el suelo en la salud y el bienestar de las personas. Se presentó el estudio “Contaminación del medio ambiente y sus efectos en la salud de las personas”, que documenta cómo las malas prácticas agrícolas e industriales impactaron de manera irreversible en los ecosistemas acuáticos y en la calidad de vida de miles de paraguayos.
En esta jornada también se lanzó la campaña “Agua es Vida, Aljibes para el Chaco”, una iniciativa destinada a garantizar el acceso al agua potable para las comunidades más aisladas del Chaco, quienes deben caminar kilómetros para obtener agua en condiciones poco salubres. La campaña busca construir sistemas de captación de agua de lluvia para estas comunidades y mitigar así la crisis humanitaria que viven.
Actividades grupales en la Semana Social.
El legado
La Semana Social Paraguaya culminó con un llamado contundente a las autoridades: es necesario implementar políticas públicas inclusivas y sostenibles para garantizar el derecho al agua de todas las personas en Paraguay. El mensaje de los líderes religiosos y sociales fue claro: no podemos esperar más. La protección del agua debe ser una prioridad, no solo por su valor económico, sino por su importancia vital para la vida y el bienestar de las generaciones futuras.
Los tres días intensos dejaron en claro que el futuro del agua depende de un cambio de mentalidad y de la adopción de políticas que prioricen la justicia ambiental y social.
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