El primer encuentro del año reunió a agentes de la Pastoral Misericordia del Arzobispado de Asunción para dialogar sobre la problemática del consumo de drogas y los derechos vulnerados.
La prevención de las adicciones es responsabilidad de todos. Juntos se puede hacer la diferencia. (Fotografía: Facebook Pastoral Misericordia)
Tal como lo establece el proyecto Misericordia, el pasado lunes 13 de marzo se llevó a cabo el primer encuentro del año con agentes pastorales comprometidos en la prevención de las adicciones.
La actividad tuvo lugar en la parroquia San Gerardo Mayela, donde se reunieron diferentes miembros de la comunidad con el fin de generar un espacio de diálogo sobre la realidad del consumo de drogas y los desafíos que esta problemática presenta en la sociedad.
El encuentro estuvo dirigido por Agustín Barúa, médico psiquiatra y antropólogo, quien brindó una charla en la que se abordaron temas como los contextos de derechos vulnerados y los sueños imposibilitados, todo ello en el marco de la prevención de las adicciones. Además, los agentes pastorales pudieron compartir experiencias y reflexiones sobre la labor que realizan.
La jornada organizada por la Pastoral Misericordia es de vital importancia en una sociedad donde la problemática de las adicciones sigue siendo una de las principales preocupaciones.
Unidos en la lucha contra las adicciones. Comprometidos con la prevención y la esperanza en un futuro mejor. (Fotografía: Facebook Pastoral Misericordia)
Es fundamental destacar la importancia de la labor de los agentes pastorales en la prevención de las adicciones. Su trabajo se desarrolla en un ámbito de cercanía y confianza con las personas, lo que les permite detectar situaciones de riesgo y brindar acompañamiento y contención a aquellos que ya están atravesando por este problema.
La Pastoral Misericordia, llevado adelante por el Arzobispado de Asunción, busca precisamente fortalecer esta labor y promover la prevención de las adicciones en la sociedad. A través de iniciativas como esta, se busca brindar herramientas y recursos para que la comunidad pueda abordar de manera efectiva esta problemática y construir una sociedad más saludable y justa.
La fe y la esperanza son herramientas fundamentales en la lucha contra las adicciones, y el trabajo de la Pastoral Misericordia es una muestra clara de ello.
En este primer encuentro del año, se logró generar un espacio de diálogo y reflexión que sin duda será de gran ayuda para fortalecer su labor en la prevención de las adicciones.
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